A veces perdiendo se gana

A veces perdiendo se gana

A veces perdiendo se gana

Hugo López Morrobel

Para muy pocos seguidores del boxeo profesional resultó una sorpresa, el revés por la vía del nocaut que sufrió el pasado sábado el dominicano Héctor Luis García, ante el estadounidense Gervonta Davis, en Washington.

Aunque ‘’el Androide” nativo de San Juan de la Maguana realizó una buena preparación física y mental, sabía de antemanos que estaba ante el combate más peligroso de su exitosa carrera, teniendo en cuenta el historial de nocauts que ha logrado Gervonta ante todos sus rivales.

Es tal la pegada de Davis que por su peso y tamaño, es mucha más poderosa que la exhibida por Mike Tyson en sus mejores años.

Entonces, hay que imaginar a lo que se exponen sus rivales de las 135 libras. Días antes del combate con Héctor Luis, conscientes del seguro resultado, ya se promocionaba su próxima pelea ante Ryan García, que arrojará millones de dólares.

Aunque Héctor Luis lució muy bien en los tres primeros asaltos, aplicando jabs, del cuarto en adelante, Gervonta inició un poderoso ataque, hasta el octavo, y faltando 30 segundos, le aplicó dos rectos al rostro, dejándolo en muy malas condiciones, por lo que en una decisión inteligente, su esquina optó por no salir en el noveno, ya que lo destrozarían, y podía sufrir graves daños físicos.

El dominio del estadounidense fue claro, y así lo indican las estadísticas, que certifican que, en golpes de poder dominó 53 a 27 %, en los jabs 26 a 3 % y en los golpes al cuerpo, 41 a 16 %.

García estaba consciente desde que aceptó la pelea, del poder devastador de Gervonta, pero sabía de debía aprovechar ese escenario de primer nivel para incrementar en un futuro cercano, la posibilidad de obtener jugosos contratos en términos económicos, porque sus próximos rivales serán de mucho nivel y popularidad.