Se aproxima otra fecha de supuestos cambios en el gabinete, aunque el Presidente quita y pone cuando quiere.
Se cree que Felipe Payano recogió su escritorio por treceava ocasión, aunque ya sólo lo hace por rutina.
Su permanencia en Mider por siete años refleja que Payano ha cumplido con las expectativas de Leonel Fernández en materia deportiva, buena o mala.
En el reciente acto realizado en Gualey, otra vez Payano mantuvo su política de poner al Presidente en contacto con los deportistas y lograr así difusión mediática ¡ipso facto!
Se ve que Fernández se siente cómodo con Payano aunque, colijo, ha dejado un falso mensaje de que los peledeístas no tienen capacidad para ocupar ese puesto.
Llegará el momento de realizar una evaluación objetiva sobre su gestión.
Ahora, en tiempos de campaña, esa misión debe ser para sus adversarios políticos.
¿Conviene un cambio? Claro que no, Payano debe seguir el resto de la gestión Fernández, porque poner otro se interpretaría como un llamado a la improvisación. ¡Pura búsqueda!
¿Qué podría hacer un ministro deportivo nuevo en menos de un año (cambio de personal, Navidad, elecciones) y con un ministerio prácticamente en bancarrota?