Desde el mismo lunes EL DÍA y otros medios de comunicación dominicanos han estado en contacto con la Policía Nacional Metropolitana de Cartagena que detuvo ese día a César Emilio Peralta (César el Abusador).

El comandante de esa unidad ha sido muy abierto y fluido en dar informaciones no sensitivas, como son las relativas a la detención, la estadía y proceso del detenido.

Algunos medios en principio se auxiliaron de colegas colombianos que entrevistaron a las autoridades y compartían esas informaciones. Otros, conocedores de cómo fluyen las informaciones en Colombia, establecimos contacto directo con la Policía Metropolitana desde el primer momento.

Informamos lo que debíamos informar, atribuyéndolo, en cada caso, a las fuentes correspondientes.

Al menos eso hicimos los medios convencionales a través de nuestras plataformas físicas y digitales.

En muchos casos de crimen organizado los medios protegen las fuentes con el anonimato, pero ahora un respetuoso oficial colombiano ofreció informaciones de manera transparente y oportuna.

En medio de esa dinámica generada desde Colombia, se despacha la Dirección Nacional de Control de Drogas diciendo que “han confirmado” que ese general colombiano no ha dado informaciones sobre César el Abusador y que todo lo que habíamos informado era falso.

Al menos en este caso se ha demostrado que quien mentía era la DNCD y es evidente que hasta ese intento de desmentido fue un invento de alguien de esa institución.

Tomamos como un traspiés de la DNCD esa inconsecuencia y entendemos que no hay que crucificar a sus incumbentes, mientras cumplan con su deber, pero ojalá que este episodio sirva de experiencia para futuras mejoras.

No hay que distraerse. Es tiempo de perseguir y capturar a los malos.