
"Soy gorda, pero no fea".
Esa es la conclusión a la que llegó Marie-Noëlle Hébert mientras escribía su historieta "Gorda y fea". Y es que así se llamó a sí misma por muchos años, desde que se miró en el espejo cuando tenía 11.
Sus familiares, amigos y compañeros en la escuela solían, a veces sin darse cuenta, hacer comentarios sobre su cuerpo y sobre lo que comía, algo que la hacían sentirse peor.
La diseñadora y escritora canadiense dice que aborreció su cuerpo durante muchos años y que solía "embucharse" papitas fritas cada vez que se sentía triste, lo que la hacía odiarse más y más.
Ya de adulta, decidió buscar ayuda y comenzó un proyecto para compartir su historia y narrar el proceso de reconciliación consigo misma.
En ello se dio cuenta de que, pese a que son muchos los que se consideran a sí mismos gordos y feos, en realidad "nadie lo es".
Hébert afirma que "Gorda y fea" es un trabajo muy personal con la que muchas personas en su Quebec natal se han sentido identificadas.
En esta historieta a veces cruda, a veces cruel, la autora aborda la gordofobia y desmonta los prejuicios ligados a la apariencia física y los cánones de belleza.
"Gorda y fea"… ¿qué hay detrás de ese título?
Es un título que yo escribía en mis diarios. Así me definía. Era mi nombre básicamente.
