Por Danilo Minaya
Diría Ismael Serrano, “la única lucha que se pierde es la que se abandona” en honor a las abuelas, las madres de la Plaza de Mayo, esas que mantienen viva la llama de la memoria.
En mayo celebramos el 80 aniversario del primer sufragio femenino, momento oportuno para recordar Abigail Mejía; “La mujer ha sido y ha hecho todo lo que el hombre le ha permitido ser y hacer: fue reina y santa, heroína, artista, sabia, madre, mujer y muñeca… ¿Cómo no va a estar preparada para votar y hasta para hacer nada, como se hace muchas veces en el Congreso?” (citado por Raquel Rosario, el caribe 2020).
El primer cuatrimestre de este año se registraron 24 feminicidios, 13 fueron perpetrados en el mes de abril, según la Procuraduría General de la República, en 2021 ocurrieron 152 feminicidios en el territorio nacional, 18 más que en el 2020, un hecho atroz que merece la atención de todo ser humano, ¡ni una menos, basta ya!
En pocas horas “festejaremos” a las Madres, aquellas que desde el primer suspiro en su vientre lo dan todo por sus hijos, madres víctimas de la violencia y el machismo, esas que a diario salen a las calles en busca de insertarse en una sociedad que las margina y las relega a un segundo plano. Es el tiempo de valorar a la mujer en su justa dimensión, reconocer su espacio político, lugar ganado con mucho sacrificio, sangre y sudor.
Celebro a mi madre, esa que a escasa escolaridad, trabajo por más de 25 años para que sus hijos estudiaran y ocuparan posiciones que apenas veía a través del cristal de un despacho, hoy décadas después estamos haciendo realidad su sueño. Felicito a las madres de mis hijos, por su entrega incondicional en la formación y educación de sus vástagos.
Concluimos entonando a Silvio; “La madre vive hasta que muere el sol y hay que quemar el cielo si es precios por vivir…Madre con la Palabra Libertad, Madre Patria y Madre Revolución.