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Santo Domingo.-Escenas de dolor e impotencia se viven en los lugares de espera de información sobre los pacientes afectados con el virus en algunos hospitales de esta capital, donde seguían llegando los contagiados por Covid-19 en procura de las escasas camas para internamiento.
Los llantos sin consuelo de dos mujeres que gritaban “mi corazón se me ha ido”, “mi mamá tan hermosa”, “a ella no”, tras enterarse de que su progenitora había fallecido, se escuchaban en las afueras de la Unidad Covid-19 de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar y provocaban indignación a quienes escuchaban.
