La contienda electoral luce interesante a nivel congresional, pues parece que el peso individual de cada candidato y su vínculo con el elector será determinante.
No hay arrastre de senadores y cada diputado saldrá electo con los votos que saque de manera individual.
Los partidos mantendrán el peso de la marca, pero perdieron la fuerza del arrastre, lo que garantiza que en 2020 el país tendrá un Congreso con una Cámara de Diputados muy diversa y un Senado escogido con la fuerza del candidato, aunque lo empuje el partido.
El Senado diverso
El Partido Revolucionario Moderno pactó con La Fuerza del Pueblo cediendo once candidaturas a senadores en provincias donde ese partido prácticamente no tenía ninguna posibilidad de ganar.
Por tanto, con esa alianza lo que está es apostando a quitarle senadores al PLD, pues cada senador que saque la Fuerza del Pueblo era un Senador con vocación de haber sido del PLD.
Nueva mayoría
El panorama en el Senado luce que difícilmente un solo partido pueda obtener los 22 escaño para la mayoría cualificada requerida para la elección de órganos tales como la Junta Central Electoral, la Cámara de Cuentas o el Defensor del Pueblo.
Eso obligará a las fuerzas políticas a negociar y de paso le abre un camino a la sociedad civil con su capacidad de presión externa en esos procesos.
