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7 de cada 10 dominicanos tiene sobrepeso u obesidad, alertan agencias de la ONU

El Programa Mundial de Alimentos y la OPS advierten que la mala alimentación y el sedentarismo amenazan los avances del país en la lucha contra el hambre y la pobreza. Instan a fortalecer políticas públicas y acceso a alimentos saludables

Santo Domingo.- En República Dominicana, siete de cada diez adultos viven con sobrepeso u obesidad, una cifra que coloca al país frente a un nuevo desafío de salud pública, la doble carga de la malnutrición.

Así lo afirmó Gabriela Alvarado, coordinadora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), y dijo además que trabajan junto al Gobierno dominicano o para mejorar la alimentación y reducir las desigualdades.

Queremos eliminar la pobreza extrema y reducir la pobreza, garantizando que las personas tengan acceso a alimentos y servicios básicos. Pero debemos mirar también el otro extremo: el sobrepeso y la obesidad, que están creciendo a un ritmo preocupante”, señaló Alvarado durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.

La especialista explicó que, de acuerdo con estudios realizados por Naciones Unidas y el PMA, el 70% de los dominicanos adultos presentan sobrepeso u obesidad, dos condiciones distintas pero igualmente preocupantes por su impacto en la salud y la economía.

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“En 2017, la malnutrición tanto por déficit como por exceso representaba un costo del 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB). Hoy, con los efectos de la pandemia, la crisis alimentaria mundial y el cambio climático, ese costo puede ser aún mayor”, advirtió.

Hambre y exceso de peso

El fenómeno, conocido como “doble carga de la malnutrición”, refleja una paradoja que afecta a muchos países de ingresos medios: mientras una parte de la población sufre inseguridad alimentaria y desnutrición, otra enfrenta exceso de calorías y mala calidad nutricional.

“Lo que no queremos es llegar a la meta de Hambre Cero reduciendo la subalimentación, pero aumentando los índices de obesidad. Se trata de dos caras del mismo problema”, explicó Alvarado.

La coordinadora del PMA reconoció los avances del país en materia de protección social, destacando programas como “Aliméntate” y la Red de Abastecimiento Social, que buscan garantizar el acceso a alimentos básicos. Sin embargo, advirtió que el reto está en asegurar que esos alimentos sean saludables y nutritivos.

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“Estamos trabajando junto al Gobierno dominicano para fortalecer la producción local y la disponibilidad de alimentos saludables. No se trata solo de comer más, sino de comer mejor y de manera sostenible”, enfatizó.

Perfil de salud del país

En tanto Alba María Ropero, representante de la OPS/OMS en República Dominicana, recordó que el país ha experimentado un cambio notable en su perfil epidemiológico.

“Hace unas décadas predominaban las enfermedades transmisibles. Hoy, en cambio, vemos un aumento sostenido de las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad. Todo está interconectado con los patrones de alimentación y los estilos de vida”, explicó.

Ropero destacó que los progresos económicos y sociales del país han mejorado el acceso a alimentos, pero también han traído nuevos hábitos alimentarios menos saludables, caracterizados por un mayor consumo de azúcares, grasas saturadas y productos ultraprocesados, junto con una reducción de la actividad física.

“El desarrollo tiene su lado luminoso, pero también su sombra. Hoy enfrentamos una epidemia de obesidad que amenaza con aumentar la mortalidad por enfermedades crónicas si no se actúa con rapidez”, advirtió la representante de la OPS/OMS.

Retos y acciones conjuntas

Tanto el PMA como la OPS/OMS trabajan estrechamente con el Ministerio de Salud Pública y otras instituciones del Estado para impulsar políticas que promuevan una alimentación más equilibrada, educación nutricional y entornos alimentarios saludables.

Entre las estrategias en curso se incluyen:

  • Promover campañas de educación alimentaria y nutricional en escuelas y comunidades.
  • Fortalecer los programas de protección social, priorizando el acceso a alimentos frescos y locales.
  • Apoyar la producción sostenible de frutas, vegetales y granos en el ámbito rural.
  • Monitorear los indicadores de nutrición y obesidad a nivel nacional.

“Hay una gran oportunidad para avanzar”, dijo Alvarado. “El Gobierno dominicano ha mostrado un compromiso real con el desarrollo humano y con la meta de Hambre Cero, pero debemos actuar con rapidez para frenar el aumento del sobrepeso, especialmente en los niños y adolescentes”.

Una meta posible

Ambas expertas coincidieron en que República Dominicana posee las condiciones para revertir esta tendencia, siempre que se mantenga el trabajo conjunto entre el Estado, los organismos internacionales y la sociedad civil.

“El país está en un punto clave para cambiar su rumbo y construir una sociedad más equitativa y saludable”, afirmó Ropero.

“Las soluciones existen: necesitamos educación, voluntad política y participación social”.

Mientras tanto, las cifras sirven como recordatorio de un desafío urgente: lograr que ningún dominicano pase hambre, pero tampoco que la mala alimentación se convierta en la nueva forma de malnutrición.

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Edili Arias

Periodista egresada de la Universidad O&M, apasionada por escribir sobre niñez, salud e historias humanas. Combina su amor por el periodismo con su afición por los deportes. Madre de dos niños, lo que le aporta una perspectiva cercana y sensible en sus reportajes.

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