La albahaca es una planta herbácea anual aromática que tiene como componentes activos el cineol, linanol, estragol y el eugenol.
Sus propiedades son muchas y muy variadas, por lo que se ocupa tanto en la cocina como en la medicina natural. Se puede consumir fresca o seca, en infusiones, cocimientos, pomadas, tinturas, jarabes y jabones.
Dentro de sus propiedades se cuenta que combate la depresión, el agotamiento, el insomnio y la jaqueca; es digestiva y diurética; disminuye los estados febriles; es antitusiva y muy efectiva contra la faringitis y la laringitis; y calma irritaciones cutáneas y el acné, entre una gran variedad de cosas.
Vinagreta de albahaca y limón
Ingredientes
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
5 limones exprimidos
30 gramos de zumo de limón
La piel rallada de un limón
½ ajo seco casero
Unas hojas de albahaca (unas ocho o diez, depende del tamaño y de la intensidad de sabor que quieras incorporar en la vinagreta), sal.
Preparación
Lavar bien el limón y secarlo, rallar su piel y ponerla en la fuente donde va a hacer la vinagreta. Exprima el zumo de limón y póngalo junto al aceite de oliva en el mismo recipiente, mezcle bien con una varilla manual pequeña o con un tenedor. Incorpore el ajo seco rallado, es mucho más sabroso el ajo seco que preparamos para hacerlo en polvo casero que cualquiera que pueda comprar, al menos para mí.
Añada también sal al gusto y finalmente, colocar todas las hojas de albahaca juntas y cortarlas en chiffonade, después cortar las tiras resultantes en daditos. Pasar la albahaca rápidamente al cuenco de la vinagreta para que no le dé tiempo a oxidarse.
Ya está disponible la vinagreta de albahaca para aderezar ensaladas, aunque si la deja reposar unas horas, ganará en sabor.