Santo Domingo.-El 50 % del territorio de Santo Domingo está en alto riesgo de sufrir graves daños ante un terremoto de gran magnitud.

Hay zonas completas que son muy sensibles a esos fenómenos porque están edificadas sobre rocas blandas, o los depósitos de los ríos. Pero hay otras que están mejor preparadas.

Estos son los resultados generales del “Estudio de la amenaza sísmica y la vulnerabilidad física del Gran Santo Domingo”, realizado por la delegación de la Unión Europea en el país y el Servicio Geológico Nacional (SGN).

El estudio se hizo a raíz del terremoto de 2010 en Haití para conocer la vulnerabilidad, la peligrosidad y el riesgo de la población dominicana ante potenciales daños de un sismo para identificar las intervenciones. Así lo explicó el consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Alfio Bernardo, en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Áreas más vulnerables

Bernardo citó que entre las áreas más vulnerables están parte de la zona oriental, la parte baja de la Zona Colonial y La Barquita.

Otros lugares de Haina, San Cristóbal y La Ciénega son especialmente sensibles a los efectos de un terremoto, agregó Miguel Llorente Isidro, jefe de la Unidad de Galicia del Instituto Geológico y Minero de España.

“De manera general el 50 % de la población de Santo Domingo es vulnerable. Hay sitios que no tienen salida de agua y preocupan las construcciones informales, las cuales sufrirían el mayor daño”, según Santiago Muñoz, director del SGN y también del estudio.

El país tiene tres zonas de riesgos: al norte, parte de Puerto Plata; en el sur, donde ocurrió el sismo de Haiti, y en La Romana hacia el mar. Además de Santo Domingo.

El estudio permite identificar el tipo de obra recomendable para construir en cada zona, explicó Jaime Abad, representante del Servicio de Geológico francés.

En el Almuerzo también estuvo el embajador de la Unión Europea, Alberto Navarro; Ana María Pérez, del área de riesgo del PNUD, y Lucio Trifiletti, responsable del Centro de Investigación sobre Gestión de Riesgos de Italia.
La investigación, realizada en tres años y medios, tuvo un costo de 3.7 millones de euros, 2.7 de los cuales fueron aportados por la UE.

Normas deben actualizarse

Los resultados del estudio obligan al país a actualizar su reglamento sísmico, incorporando los resultados de esa investigación.

Igualmente, se requiere trabajar en el ordenamiento territorial y organizar un plan de contingencia para asistir a la población en caso de emergencia.

Esas son parte de las recomendaciones del informe de la Unión Europea, explicada por el representante del PNUD, Alfio Bernardo.

También sugiere orientar a los ciudadanos a autoprotegerse en caso caso de emergencia y orientar las zonas de evacuación en caso de tsunami.

“Prevenir en vez de curar, es el marco por medio al cual se mueve este proyecto”, destacó el embajador de la Unión Europea, Andrés Navarro.

Dijo que esa organización quiere seguir más allá de esos estudios, pero lo más importante es saber qué harán con los resultados. Unos 20 millones de víctimas por desastres ha tenido el Caribe en 36 años.