Este porcentaje constituye una de las mejores conquistas logradas de la reforma de la Constitución en 1994, ya que se hizo una costumbre que un presidente fuera escogido con una minoría poca representativa, lo que se evidencia no contribuía a fortalecer la democracia.
Este sistema ha devenido también en que se ha fomentado la cultura de los acuerdos y del diálogo entre las fuerzas políticas, lo que también ha obligado a la creación de bloques de partidos de cara a los procesos electorales.
En muchas elecciones el Partido de la Liberación Dominicana pudo retener el poder por la sumataria de votos de sus aliados, muchos de los cuales gozaron de cierta cuota de cargos en el Gobierno.
Mantener la cuota
En el seno del Consejo Económico y Social se discute una reforma de la Constitución con el tema exclusivo de la independencia del Ministerio Público, por lo que se entiende que abordar el 50+1 pudiera ser un elemento que abortaría las discusiones, debido al rechazo expresado por partidos y otros sectores a modificar este régimen que obligaría a la convocatoria de una segunda vuelta en caso de no lograrse ese porcentaje.
Hasta el momento, la experiencia ha sido válida y positiva, ya que el ganador no ha tenido cuestionamiento, como ocurría en el caso cuando solo se necesitaba una minoría simple.
Liderazgo
Mantener el 50+1 obliga a fortalecer el liderazgo en los partidos y el nivel de confiabilidad de los votantes para consolidar la democracia.