Los expertos lo consideran un problema, porque si la gente cree estas mentiras se podrían retrasar las acciones para combatir el cambio climático.
La BBC analiza cinco afirmaciones falsas que se repiten con frecuencia en internet.
1. «El cambio climático no es real»
Un video en español en TikTok con miles de visitas sugiere erróneamente que el cambio climático provocado por el ser humano no es real.
Y, como ésta, numerosas publicaciones en diferentes idiomas se difunden en las redes sociales.
Sin embargo, la evidencia científica dice algo diferente.
La temperatura global promedio en la Tierra ya ha aumentado 1,1°C desde finales del siglo XIX.
Los científicos lo vinculan de manera concluyente con la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) que libera gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Estos gases, como el dióxido de carbono o el metano, retienen una cantidad adicional de energía en la atmósfera terrestre y calientan el planeta.
El calentamiento global ya está teniendo consecuencias amplias: los océanos se están calentando y el nivel del mar está aumentando, algunas especies están desapareciendo y el suministro de alimentos está en riesgo.
Además, son más frecuentes e intensos los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor.
«Estos cambios no son conceptos abstractos», afirma Izidine Pinto, científica climática mozambiqueña que trabaja en el Real Instituto Meteorológico de Países Bajos.
«Son cambios tangibles y observables que los científicos del clima han estudiado y documentado ampliamente».
2. «Los cambios actuales en el clima son naturales»
Este tuit, en francés, describe erróneamente el calentamiento global como un proceso «natural» sobre el cual los humanos tienen poca o ninguna influencia.
Esta afirmación la hacen a menudo usuarios de las redes sociales que cuestionan el papel del ser humano en el cambio climático.
Para respaldarla suelen decir que, en la historia de nuestro planeta, ha habido múltiples ciclos de calentamiento y enfriamiento.
La existencia de esos ciclos está bien documentada, pero fueron impulsados principalmente por causas naturales, como cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Y los científicos han demostrado de manera concluyente que, sin los humanos quemando combustibles fósiles, la actual tendencia al calentamiento no habría tenido lugar.
El ritmo al que se están produciendo estos cambios también es significativo.
La última vez que la Tierra experimentó un cambio importante en su temperatura promedio, aumentó 5°C en un período de varios miles de años.
Pero el ritmo actual de calentamiento es significativamente más rápido: en unos 150 años el planeta ya se ha calentado 1,1°C.
Y los científicos afirman que, con base en los acuerdos climáticos actuales, los aumentos de temperatura pueden llegar a 2,5°C a finales de siglo.
3. «El cambio climático no es nuestro problema»
Este usuario nigeriano publicó en X -antes Twitter- que el cambio climático no es un problema de África.
Es una afirmación común entre los usuarios de redes sociales en países en desarrollo, quienes a veces describen el cambio climático como un «problema occidental» con poca relevancia para su vida cotidiana.
Otros sugieren erróneamente que la acción climática es parte de un «complot» de las naciones más ricas para impedir el crecimiento de las economías emergentes.
Los países prósperos -como Estados Unidos, Reino Unido, China o la Unión Europea- han sido, de hecho, responsables de la mayoría de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero que están impulsando el calentamiento global.
Pero el cambio climático no conoce fronteras y sus consecuencias ya se están sintiendo en todo el mundo, especialmente en los países de bajos ingresos, muchos de los cuales carecen de recursos para prepararse adecuadamente.
En los últimos meses varias naciones de Medio Oriente (Siria, Irak, Irán) se han visto afectadas por la sequía, y otras en África Oriental (Kenia, Etiopía, Somalia) han sufrido graves inundaciones.
«El cambio climático es un problema global, pero con impactos desiguales», afirma Farhana Sultana, de la Universidad de Syracuse, en Estados Unidos. Asegura que «afecta desproporcionadamente a las comunidades de los países en desarrollo que menos contribuyeron a crear el problema».
Esto ha llevado a algunos activistas climáticos a pedir a las naciones más ricas que tomen la iniciativa en financiar acciones para prevenir nuevos cambios en el clima (mitigación) y ayudar a otros a lidiar con el daño ya causado (adaptación).
«Todos los países deben dedicar sus mayores esfuerzos tanto a la mitigación como a la adaptación, y los principales emisores deben hacer más para reducir todo lo que fomente un mayor deterioro climático», expone Sultana.
4. «El nivel del mar no está subiendo»
Este tuit, escrito en portugués, sugiere falsamente que los niveles del mar «siguen siendo los mismos» a pesar del calentamiento global.
A menudo se publican afirmaciones similares junto con fotografías de zonas costeras para ilustrar cómo en realidad no se observa aumento alguno en el nivel del mar a simple vista.
A medida que el planeta se calienta, el hielo atrapado en glaciares y capas de hielo ha comenzado a derretirse, aumentando la cantidad total de agua en el océano.
Además de eso, el agua se expande al calentarse y la NASA asegura que los océanos ya han absorbido el 90% del calentamiento del planeta. Así, a medida que las temperaturas aumentaban, los océanos también se expandieron.
Se estima que en los últimos 100 años el nivel global del mar ya ha aumentado entre 160 y 210 mm.
Este proceso se está acelerando y ya está teniendo un impacto: el aumento del nivel del mar acelera la erosión costera y facilita las inundaciones.
Los científicos plantean que, si no se toman medidas rápidas, el nivel del mar podría aumentar hasta 2 metros para finales de 2100.
Esto significa que millones de personas que actualmente viven en áreas costeras pronto podrían ver sus zonas inundadas o incluso bajo el agua.
«La manifestación de esta realidad es evidente en muchas comunidades costeras de África occidental», indica Ayoola Apolola, estudiante de doctorado nigeriana que investiga los aumentos extremos del nivel del mar inducidos por el clima.
Cita como ejemplo la localidad de Ilaje, en el suroeste de Nigeria, donde algunos informes indican que «más de la mitad de la población ha sido desplazada» por el aumento del nivel del mar.
5. “El cambio climático nos beneficia»
En países expuestos a un clima extremadamente frío, la idea de un planeta más cálido puede parecer atractiva a primera vista.
En Facebook, un usuario en Rusia sugirió, por ejemplo, que el clima más cálido en otoño es un resultado positivo del calentamiento global.
El problema es que cualquier beneficio marginal que pueda resultar del cambio climático queda eclipsado por su impacto más amplio en todo el planeta.
La ONU estima que si la temperatura global promedio aumentara 1,5°C para finales de siglo, el cambio climático podría costarle al mundo US$54 billones.
El impacto de esos cambios sería generalizado.
Los países de Medio Oriente podrían ver cómo las tierras agrícolas se convierten en desiertos. Las naciones insulares del Pacífico podrían desaparecer bajo el aumento del nivel del mar. Y los estados africanos podrían verse afectados por la escasez de alimentos.
E incluso en países más fríos, como Rusia, los incendios forestales son cada vez más frecuentes a medida que el clima se vuelve más cálido y seco.
«El hecho es que hemos observado muchos eventos extremos en todo el mundo«, asevera Trang Duong, profesora asistente en la Universidad de Twente en Países Bajos.
«Se dieron olas de calor en América del Norte, Europa y China en julio de 2023. También se están produciendo inundaciones más frecuentes e intensas en todo el mundo. Todos estos desastres causan catastróficas pérdidas económicas y de vidas humanas».