República Dominicana exhibe una de las mayores economías de Centroamérica y el Caribe insular y por eso desde hace un tiempo muestra cosas materiales grandes.
Lo que hace poco tiempo se veía sólo como un aspiracional y que la pandemia del covid-19 hizo pensar inalcanzable en una década, ahora se celebra como una muestra de la capacidad de resiliencia dominicana. Esta semana el país alcanzó el hito de recibir 10 millones de visitantes en un año.
Cuando el país cerró sus fronteras en aquel marzo del 2020 por la pandemia parecía que se derrumbaban todas las esperanzas de reconstruir el turismo en el corto plazo.
Sin embargo, fuimos ejemplo en el mundo del proceso de reapertura y relanzamiento, reconocido incluso por la Organización Mundial del Turismo.
Ahora cuando simbólicamente se recibía a la visitante número 10 millones en 2023, el país tiene ejemplo de lo mucho que se puede lograr cuando sectores público y privado se trazan metas a largo plazo y trabajan juntos en consecuencia.
Ese mismo día, cuando celebrábamos un hito de unas de las actividades que más divisas generan, el Banco Central anunciaba la puesta a disposición del mercado cambiario de 200 millones de dólares para garantizar que no se produzca problema de liquidez de divisa extranjera en los días finales del año y el comienzo del próximo.
Lo hacía gracias a su amplia disponibilidad de reservas en moneda extranjera, más de 15 mil millones de dólares al corte del viernes pasado. La medida permitirá que la cotización de la divisa no sea motivo de estrés en la cotidianidad comercial dominicana.
Ambas noticias combinadas muestran los muchos recursos con los que cuenta República Dominicana para afrontar situaciones adversas, incluso aquellas que derivan del entorno global.
Hay motivos para sentirse esperanzados por el desempeño económico nacional.
