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10 consejos para cuidar tus pies en primavera

EFE Por EFE
10 consejos para cuidar tus pies en primavera
📷 El cambio brusco de calzado puede provocar rozaduras, ampollas y otras molestias.

Con la llegada de la primavera, los pies vuelven a ser protagonistas tras meses de encierro en calzado cerrado.

Los expertos en podología recomiendan prestar especial atención a su cuidado durante esta transición, ya que el cambio brusco puede provocar molestias y patologías. Además, advierten sobre el abuso de esmaltes permanentes y semipermanentes en las uñas, que pueden debilitarlas y favorecer infecciones.

Con la llegada de la primavera, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España (CGCOP) alerta a la población de prestar especial atención al cuidado de los pies tras los meses de invierno.

El cambio de calzado de botas y zapatos cerrados a sandalias y calzado abierto, necesita una transición cuidadosa para evitar molestias y patologías.

La transición al calzado abierto

Durante el invierno, los pies suelen estar ocultos y protegidos, pero con la subida de temperaturas es habitual liberarlos.

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”Es fundamental recordar que los pies son la base de nuestro bienestar”, afirma Elena Carrascosa, presidenta del Consejo de Colegios Oficiales de Podólogos.

El cambio brusco de calzado puede provocar rozaduras, ampollas y otras molestias.

Se recomienda realizar una transición gradual, alternando el calzado cerrado con opciones más abiertas durante los primeros días.

Además, es importante elegir un calzado adecuado, que sujete bien el pie y permita su transpiración.

EFE/CAROLINE BLUMBERG

Las uñas también importan

En primavera también se empiezan a enseñar los dedos de los pies y es habitual querer mostrar unas uñas cuidadas y coloridas.

Los podólogos recomiendan realizar una visita al profesional de la podología para preparar las uñas, y especialmente si se tiene intención de aplicar esmaltes permanentes o semipermanentes, algo que no recomienda o, al menos, no abusar de ellos.

El uso excesivo de estos esmaltes puede provocar:

  1. Debilitamiento de la uña: los esmaltes permanentes y semipermanentes requieren el uso de productos químicos agresivos y limados que pueden hacer que la uña se vuelva más frágil y quebradiza.
  2. Riesgo de infecciones: si la uña está debilitada o no se retira correctamente el esmalte, se pueden generar pequeñas fisuras, donde hongos y bacterias pueden proliferar y causar infecciones.
  3. Alergias o reacciones adversas: algunos esmaltes contienen ingredientes como formaldehído o tolueno, que pueden causar alergias, irritaciones o reacciones adversas en la piel y las uñas.
  4. Dificultad para detectar problemas: el color del esmalte puede ocultar señales de hongos, traumatismos o cambios en la uña que podrían anunciar problemas de salud más graves.

Según Elena Carrascosa, estos productos pueden provocar numerosos problemas, que incluyen la pérdida de uñas, debido a que generan una oclusión total que favorece la aparición de bacterias u hongos, lo que puede ablandar y despegar la uña.

Además, la experta señala que, aunque los profesionales de la podología no se oponen a los esmaltados esporádicos, es importante dejar descansar las uñas y no mantenerlas siempre pintadas.

Por lo tanto, se aconseja moderar el uso de estos esmaltes y permitir períodos de descanso para mantener la salud de las uñas.

Posibles patologías

Tras el invierno, es común que aparezcan algunas patologías:

  • Hiperqueratosis (durezas y callosidades): el uso de calzado cerrado y la falta de transpiración pueden favorecer su aparición.
  • Onicomicosis (Hongos en las uñas): la humedad y el calor son factores de riesgo para esta infección.
  • Pie de atleta: infección fúngica que causa picor y descamación en la piel entre los dedos.

10 consejos para cuidar tus pies en primavera

Desde el CGCOP ofrecen una serie de recomendaciones para cuidar tus pies en primavera

  1. Higiene diaria: Lava tus pies con agua tibia y jabón neutro, y sécalos cuidadosamente, especialmente entre los dedos.
  2. Hidratación: Aplica crema hidratante específica para pies a diario, insistiendo en las zonas más secas.
  3. Exfoliación: Realiza una exfoliación suave una vez a la semana para eliminar células muertas y durezas.
  4. Corte de uñas: Corta las uñas de forma recta para evitar que se encarnen.
  5. Calzado adecuado: Elige calzado que sujete bien el pie, permita la transpiración y evite rozaduras.
  6. Transición gradual: No pases bruscamente del calzado cerrado a las sandalias.
  7. Cuidado de las uñas: Evita los tratamientos permanentes o semipermanentes o, al menos, no abuses de ellos, deja descansar los pies entre los mismos y asegúrate de que te los realizan profesionales y que utilizan productos de calidad.
  8. Protección solar: Aplica protector solar en los pies, especialmente en la zona del empeine.
  9. Revisión podológica: Visita a tu podólogo de confianza para una revisión y tratamiento personalizado. Se recomienda hacerlo al menos una vez al año. Este puede ser el momento perfecto.
  10. Atención a las señales: Ante cualquier molestia o alteración en tus pies, acude al podólogo.

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