“Como vivió, murió: querido de todos” 

“Como vivió, murió: querido de todos”

 

<P>“Como vivió, murió: querido de todos”</P><P> </P>

La Vega rindió el domingo un justo homenaje póstumo a uno de sus hijos más ilustres: el historiador, médico, ensayista, músico y conferenciante Guido Despradel Batista. Tuve el privilegio de participar en el reconocimiento, en mi doble condición de vegano y pariente, por la vía materna, del distinguido ciudadano.
Los veganos, movidos por un comité organizador integrado por un selecto grupo de munícipes, aprovecharon que ese día se cumplieron cien años de haber nacido el doctor Despradel, y casi cincuenta años de haber fallecido, dejando, en tan corta existencia, una copiosa obra intelectual en  libros, artículos, conferencias y otras manifestaciones culturales.
Hubo momentos de gran emotividad, especialmente cuando, en presencia de las urnas contentivas de los restos del doctor Despradel y su esposa, el síndico Fausto Ruiz dijo las palabras centrales y entregó a los familiares de ambos una laudatoria Resolución del Ayuntamiento, para luego partir hacia el cementerio para inhumarlos definitivamente, mientras la Banda Municipal de Música ejecutaba las notas del Himno Nacional.
El autor de la “Historia de La Concepción de La Vega”, entre otros libros, merecía desde hacía tiempo un homenaje como éste. Y como afirmé, tomando prestada una frase que el propio Guido Despradel había acuñado para referirse a don Manuel Ubaldo Gómez, “como vivió, murió: querido de todos”.
Honor a quien honor merece. Paz eterna a los restos del doctor Guido Despradel Batista, vegano ilustre.



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