SANTO DOMINGO.-El peligro que significaría una eventual derrota en las elecciones del año 2020 y las consecuencias que de eso se derivarían, en perjuicio del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), son las razones fundamentales que empujaron a Danilo Medina y Leonel Fernández a consensuar una salida frente al tema de las de primarias para escoger a los candidatos a cargos electivos.

A través de la aprobación del Comité Central de las primarias abiertas y simultáneas con el padrón de la Junta Central Electoral, conforme a la Ley de Partidos, la designación de una comisión del Comité Político para adecuar los estatutos a la nueva normativa electoral y el mandato de que sea la Asamblea de Delegados de la organización la que valide la medida, se complacieron ambos líderes.

Consenso de líderes

La decisión del máximo organismo de dirección del PLD, cuando no está reunido su Congreso Ordinario, se tomó apenas minutos, en vista de que previamente fue acordada por Medina y Fernández, en momentos que se especulaba acerca de una fragmentación del partido fundado por el extinto profesor Juan Bosch el 15 de diciembre de 1973.

En el caso de Medina, logró una victoria con el hecho de que la organización asumiera la modalidad de primarias abiertas para la escogencia de sus candidatos a puestos electivos, mientras que lo mismo ocurrió con Fernández, al conseguir que sea la Asamblea de Delegados la que ratifique la decisión del Comité Central.

La Asamblea de Delegados del PLD la conforman los miembros del Comité Central y los presidentes provinciales, municipales, de circunscripciones electorales, de seccionales en el exterior y de los comités intermedios. En total suman más de 4 mil miembros de los diferentes estamentos de dirección peledeísta.

Riegos de derrota

Los dos líderes del PLD son conscientes de que el desalojo del poder de esa agrupación en los venideros comicios, motivado a confrontaciones internas, devendría en grandes perjuicios para reconquistar el poder que mantiene desde 2004.

Otra consecuencia sería el que una parte de la militancia que labora en puestos de la Administración Pública los perdería con un cambio de mando en el Estado.

Pero lo peor para los intereses del partido morado estaría en que una victoria de oposición traería más circo que pan en un inicio de un eventual mandato, accionando en la Justicia expedientes de supuestos actos de corrupción, independientemente de que tengan o no buen fundamento jurídico.

De hecho, existen precedentes de retaliación política, uno de ellos fue el caso que llevó a la cárcel al fallecido Salvador Jorge Blanco, tras la derrota de su partido, el Revolucionario Dominicano, en las elecciones de 1986 y retornó al poder a su adversario histórico, el reformista y también hoy extinto Joaquín Balaguer.

Una de las razones de la derrota perredeísta obedeció a las confrontaciones internas de dirigentes.

El peledeísmo, además del Poder Ejecutivo, tiene control del Congreso Nacional, lo que permite una mayoría en el Consejo Nacional de la Magistratura, órgano que escoge los jueces de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal Superior Electoral y del Tribunal Constitucional.

Así como de los miembros del pleno de la Junta Central Electoral. En este aspecto, sin embargo, no ha procurado incorporar su mayoría dominante.

Unidad estatutaria

A pesar de la incertidumbre que reinaba antes de la reunión del Comité Central, connotados dirigentes, como Francisco Javier García, Alejandrina Germán, Bautista Rojas Gómez, Juan Temístocles Montás y José Ramón Peralta venían abogando en los últimos días para que prevalezca la cohesión con el propósito de que esa organización política gane sin tropiezos los comicios venideros.

El PLD contempla en sus estatutos que la unidad partidaria constituye una condición fundamental de su existencia; y que quien atente contra ella será sancionado.

Además, señala que el respeto a los métodos de trabajo y su base teórica, junto al conocimiento y promoción de los objetivos estratégicos y tácticos constituye la base de la disciplina consciente de sus miembros.

Los estatutos también indican que se estructura y regula su vida interna apegado al predominio de la mayoría democrática y del respeto a la minoría, y constituye la condición esencial de su cohesión ideológica y metodológica
para la unidad de acción.

Un poco de historia

Aunque históricamente los peledeístas no han estado exentos de luchas internas, han sabido deponer intereses particulares a los de su organización, y en esos momentos estelares el Comité Político ha liderado los procesos.

La novedad, en esta ocasión, radica en que el PLD nunca tuvo juntos a dos líderes actuando en el mismo espacio temporal, ya que entre 1973 y 1996 solo figuraba a la cabeza Bosch, y a partir de entonces, hasta 2012, Fernández; año en que Medina se juramenta como Presidente del país y obtiene más protagonismo partidario.

Luego de la primera participación electoral del PLD, en 1978, y en la que obtuvo el 1%; se produjo una crisis interna en la organización.

Obispo auxiliar elogia manejo crisis del PLD

Reunión. El obispo auxiliar de Santo Domingo y rector de la Universidad Católica Santo Domingo, monseñor Jesús Castro Marte, calificó de madurez, consenso y diálogo con la base, la decisión del Partido de la Liberación Dominicana de elegir la modalidad de primarias simultáneas y abiertas con el padrón de la Junta Central Electoral.

“Hay que mantener el equilibrio democrático, los signos de madurez, consenso, diálogo con la base, escuchar a sus seguidores son avances democráticos”, apuntó el obispo auxiliar.

Al referir que “ahí fue la base que tomó la decisión de la forma de elegir los candidatos”, monseñor Castro Marte subrayó que “los consensos siempre serán positivos y bien vistos por la sociedad dominicana”, expresó.