Santo Domingo.-Al Banco del Progreso Dominicano le costó utilizar las utilidades netas obtenidas cada año desde 2007 hasta 2016 para compensar las pérdidas que le generó el fraude del que fue objeto y por lo que fue condenado a 10 años de prisión su entonces presidente ejecutivo Pedro Castillo.
En los tribunales se cuantificó el fraude en unos 11,200 millones de pesos, aunque se llegaron a manejar las cifras de 12 mil y 14 mil millones.
Este caso, que explotó en 2005, tiene entre las diferencias de los evidenciados en 2003 que los afectados fundamentales fueron los accionistas.
En los otros casos (Baninter, Bancrédito y Mercantil), entre los imputados fundamentales estaban accionistas.
También se diferencia de los anteriores de que en este caso los accionistas asumieron el costo de la recuperación, por lo que ese proceso no tuvo un impacto directo en las finanzas públicas, aunque sí lo tuvo indirecto, porque fue una herida más a un sistema bancario ya lacerado y desacreditado.
Luego de hacer ajustes e inyecciones de capital, el Banco del Progreso presentaba en 2007 pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores por un monto de 2,913 millones de pesos, según los registros de la propia entidad financiera.
El banco explica que utilizó todas las utilidades netas generada cada año para compensar las pérdidas acumuladas de los años anteriores.
Entre 2007 y 2016 generó utilidades netas acumuladas por 3,454 millones, lo que le permitió saldar sus deudas acumuladas y cerrar así un importante episodio de uno de los más oscuros ciclos de la banca nacional.
“Luego de saldar las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores, por primera vez desde el rescate, el Banco del Progreso declara dividendos; y le está ofreciendo a sus accionistas la posibilidad de cobrar sus dividendos en efectivo o acciones”, explicó a EL DÍA un ejecutivo de esa entidad bancaria.
Mirando al futuro
El propio presidente del banco, Juan Vicini, habló a los accionistas de lo que él considera un futuro promisorio para la entidad.
Según una nota informativa distribuida por el banco, Vicini exhortó a “los accionistas a capitalizar su proporción de los resultados, ya que en su opinión la entidad tiene un futuro promisorio”.
El propio Juan Vicini, al que le tocó dar la cara junto a los demás miembros del Consejo de Directores cuando se descubrió el fraude en 2005 encabezado por el presidente ejecutivo de entonces, Pedro Castillo, hoy habla con gran entusiasmo sobre el desempeño de la entidad bancaria.
“Estos resultados son el producto de un banco planificado y con una estructura de finanzas que aplica una visión holística sobre el conjunto del negocio, además de una tendencia hacia el mejoramiento de la eficiencia operativa que nos permite avanzar hacia nuestras metas de sano crecimiento y una mayor cercanía con nuestros clientes, que son nuestros socios estratégicos”, expresa la nota distribuida por Vicini.
Crecimiento
El presidente del Consejo de Directores del banco, Juan Vicini, informó ante la Asamblea Ordinaria anual de la institución, que esa entidad financiera incrementó en más de cuatro mil millones su cartera de créditos para un crecimiento porcentual de 18.26 por ciento y sus activos aumentaron 8.9 por ciento en 2016 con relación a 2015.