Manuel Maceiras en Santo Domingo

Manuel Maceiras en Santo Domingo

Manuel Maceiras en Santo Domingo

Wilfredo Mora

En la semana que comprendió los días 15-19 de febrero de los corrientes, la actividad académica más relevante lo fue, sin duda, el maravilloso seminario filosófico impartido por el siempre querido profesor Manuel Maceiras Faifán, antiguo decano de la Universidad Complutense de Madrid, y uno de los poco filósofos vivos que hacen de la docencia una actividad tan querida y tan llena de entusiasmo.

En esta ocasión, el tema de su participación fue el curso “Implicaciones y responsabilidades científicas e institucionales del profesor en la universidad actual”. Debemos agradecer la notable colaboración del Mescyt, que ha sido la entidad responsable del seminario y de la Universidad Apec (Unapec), que ha permitido la locación y las facilidades que siempre es menester en estos cónclaves.

El discurrir del discurso del profesor Maceiras en esta ocasión giró en torno al profesor universitario, de ahí el título de implicaciones personales e institucionales.

De ahí también, la necesidad de hablar hoy de criterios y de amplitud del conocimiento que necesitan los profesores del tiempo presente.

El filósofo ha hablado, utilizando muy sintéticamente los puntos de vista de medio centenar de pensadores europeos y filósofos que hicieron nombre en las décadas de los años de 1960 y 1980, legándonos obras que debemos reconocer tenemos que leer los profesores universitarios. Con el substrato reflexivo de las ideas de estos autores y en la propia experiencia del conferencista, se nos invita a trabajar en nuevas actitudes, convicciones y métodos. Y sobre todo, a que cultivemos la escritura y las publicaciones.

Esa siempre ha sido la preocupación del profesor Maceiras: “Tenemos la obligación de escribir. Todos los profesores somos escritores, intelectuales, y si no tenemos la posibilidad de escribir tesis doctorales, eso no implica no escribir artículos”.

Y agrega: “El profesor no está para asistir moralmente al estudiante, la obligación de todo profesor es dirigirse al estudiante para que aprenda”.

De Hans G. Gadamer refirió “los horizontes de mundo”. El profesor universitario actual tiene que hacer examen de conciencia, definir su situación profesional y meditar sobre sus horizontes de mundo. En Paul Ricoeur, recordó que somos seres que tenemos un fondo, que no tenemos una biografía. Debemos, pues, escribir nuestra propia biografía con nuestras obras.

Citó a Jürgen Habermas, al igual que otros tantos de la escuela de Francfort, específicamente en los intereses de la razón, los cuales los profesores deben ejercerlos a través de las ciencias sociales. Abogó porque se reconozca más que la naturaleza del maestro es social.

Este es Manuel Maceiras, y esa es su fuerza, que nos ha deleitado con ideas de mejorar el profesorado, con frases de los posmodernistas Michel Foucault, Jean François Lyotard, Jean Boudrillard, Rchar Rorty y Gianni Vattimo. El saber es poder, la muerte de los metarrelatos, la alienación y la identificación por el consumo, la vivencia de la diversidad y la preocupación del nihilismo.



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