El PLD se ha constituido en el PRD de nuestros tiempos.
Como en el pasado ocurría con el Partido del “jacho prendío”, ahora el de la Estrella Amarilla ha hecho de sus disputas internas asuntos en los que involucran a todo el país.
Eso ocurrió con la Ley de Partidos, que finalmente terminó metiendo al país en un embrollo con eso de “primarias abiertas y simultáneas organizadas por la Junta Central Electoral” y pagadas por los contribuyente.
Todo eso porque ya el Comité Político del PLD perdió su capacidad de arbitrar los procesos de esa organización política.
Los peledeístas les “clavaron” a los contribuyentes un invento que costará varios miles de millones de pesos. Pareciera que eso importa poco en un país donde no hay ni para velas.
Ahora sectores del mismo PLD agitan una reforma constitucional en la que se hará mucho ruido con la reelección, pero que finalmente podría concluir solo con la eliminación del “Nunca Jamás” para que Danilo Medina quede habilitada como figura con vocación de Poder.
Ese, sépanlo desde ahora, es también un pleito entre peledeístas.
Esta será una semana relativamente tranquila, pero la próxima posiblemente no lo sea tanto.
Marzo se acerca.
