La calidad del servicio eléctrico depende de la inversión que se haga en el sector y no de los discursos y la voluntad de las autoridades.

El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales ya planteó cuál será el comportamiento del servicio durante todo el año.

No habrá, según él, variaciones sustanciales del déficit, lo que se traducirá en un ajuste significativo del servicio eléctrico en diversas comunidades del país.

Hay esperanzas, no obstante, de que ese cuadro varíe significativamente, pero será posible solo con “un parque de generación que no dependa del petróleo y que trabaje con combustibles baratos, como el carbón y el gas”. Esa inversión está en curso y requiere de tiempo para que empiece a dar sus primeros frutos.

Los cálculos en el tiempo se remontan a dos años. Un tiempo muy importante para cumplir con las promesas, pero se trata de un tiempo en que aumentará la demanda y los costos de los combustibles que se emplean para la producción de electricidad.

Una realidad que incidirá, de todas formas, tanto en la demanda, con el aumento del número de usuarios, como en el costo del servicio.
Los retos, ante esta realidad tan cambiante, son cada día mayores.

Esperemos que las respuestas estén a la altura y podamos superar, definitivamente, el problema de los apagones en el primer cuarto de este siglo.