Pedro Brand, Santo Domingo.-El vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, y el director general de Migración, Ricardo Taveras, consideraron ayer que la idea de abrir la frontera no tiene ninguna base legal, ni una interpretación basada en la soberanía de los Estados, y que por tanto eso no es posible, ya que en ningún país del mundo se permite el libre tránsito en su zona fronteriza.
Abrir una frontera es una locura, un verdadero disparate, dijo Taveras.
Mientras que Alburquerque explicó que es una opinión que para el Gobierno no tiene ninguna relevancia ni base legal.
El historiador y catedrático haitiano Paúl Joseph Batiste propuso que la frontera sea libre, ya que es la forma más eficaz de controlar la masiva inmigración de haitianos hacia la República Dominicana y otros males que tradicionalmente han existido en la isla.
En ningún Estado se abren así las fronteras, pregúntenle (a Joseph Batiste) si Estados Unidos abre las fronteras, se necesita visa para ir allí y es lo mismo en el caso de la República Dominicana, no solamente con Haití, sino con cualquier país del mundo, dijo Alburquerque.
Reiteró que esa propuesta no tiene ningún asidero jurídico ni fundamento y consideró que Batiste habló como catedrático.
Derecho a opinar
El embajador haitiano en la República Dominicana, Fritz Cineas, dijo que Batiste es un hombre que tiene derecho a emitir su opinión sobre la posible solución a los problemas de sus compatriotas, pero que esa no es la opinión soberana de los gobiernos dominicanos y haitianos.
Dijo que él es partidario de la libertad de expresión, pero que son los gobiernos haitianos y dominicanos los que tienen que tomar esa decisión de abrir la frontera si les conviene.
Alburquerque, Taveras y Cineas hablaron antes del acto donde los altos mandos militares homenajearon a Leonel Fernández.
