SANTO DOMINGO.- Por ser la posición más importante que se disputará en las elecciones de 2020, el mayor foco de atención está en la escogencia de los candidatos presidenciales de las principales fuerzas políticas, pero en ese mismo proceso serán seleccionados más de cuatro mil cargos a nivel congresional y municipal, cuyos aspirantes deberán presentarse a procesos de primarias abiertas, cerradas o convención de delegados en el último cuatrimestre de 2019.
El país estará estrenando una disposición contenida en la Constitución vigente de que las elecciones municipales se celebrarán el segundo domingo de febrero, que caerá 16 de febrero, lo que implica una batalla electoral adelantada en la que los partidos librarán sus contiendas por el efecto que esos resultados podrán tener en la sensación de triunfo con miras a las elecciones presidenciales y congresionales de mayo siguiente.
Los partidos mayoritarios empiezan a moverse para armar sus candidaturas a cargos congresionales y municipales, muchas de las cuales serán fruto de acuerdos internos de las fuerzas intrapartidarias, pero que deberán someterse a
los rigores procedimentales de la Ley de Partidos Políticos.
Los partidos tendrán poco margen para la repartición, pues solo les está permitido reservarse el 20% de las candidaturas, cantidad con la que tendrán que atender las alianzas con otros partidos y satisfacer inconformidades internas. Las batallas políticas más encarnizadas a nivel municipal se librarán en plazas como el Distrito Nacional, Santo Domingo Este, el ahora dividido Santiago, San Cristóbal y La Vega.
Potencial del Distrito
La capital política dominicana tiene importancia porque también es el centro mediático del país y lo que allí acontece tiene mayor repercusión nacional. El Partido de la Liberación Dominicana tiene el reto de recuperar una plaza que perdió por rebatiñas internas, que hicieron que muchos votos morados fueran a parar en la casilla de la oposición, abriéndole así el camino al actual alcalde David Collado, quien fue inscrito por el Partido Reformista Social Cristiano, aunque su partido es el Revolucionario Moderno.
Collado ha tenido una administración sin mayores conflictos y con un decidido respaldo de los grupos económicos del país, lo que le ha permitido navegar con el viento a su favor durante sus ya casi tres años de administración.
El actual alcalde del Distrito Nacional ha cosechado considerables niveles de aceptación a nivel popular, lo que lo convierte en una ficha sólida para la oposición buscar preservar a nivel municipal la principal plaza política del país. Collado ha recibido cortejos para que intente buscar la candidatura presidencial del PRM y enfrente a Luis Abinader y a Hipólito Mejía.
La solidez de una casi segura candidatura reeleccionista de Collado obliga al PLD a buscar “grandes ligas” para intentar recuperar la plaza perdida.
Figuras dentro del PLD
El anterior alcalde Roberto Salcedo, que salió de la posición con altos niveles de aceptación, pero que no pudo retener la plaza por conflictos internos en su partido y un desgaste natural ante sus 14 años de gestión, ha dejado claro que no está interesado en desandar sus pasos y está más enfocado en una posible candidatura a la senaduría del Distrito Nacional, lo que deja el camino libre para otras figuras.
Desde hace años Domingo Contreras viene labrando una potencial candidatura a alcalde del Distrito Nacional, perfil que empezó a diseñar al lado de Salcedo, a quien acompañó por casi doce años en el cabildo. Pero la relevancia política de esta plaza municipal ha despertado apetitos de otros dirigentes peledeístas de trascendencia y que son piezas del ajedrez político que tendrán que jugar Danilo Medina y Leonel Fernández con miras a la candidatura presidencial de 2020 y la repartición de las cuotas de poder.
En ese esquema han surgido varias figuras, entre ellas Alejandro Montás, quien también desde hace años viene labrando su perfil de urbanista, pero también empiezan a ponerse sobre el tablero los nombres de Gonzalo Castillo, Roberto Rosario y Andrés Navarro, quien estructura un proyecto presidencial, pero que es una pieza importante del grupo de Danilo Medina en el marco de cualquier acuerdo intrapartidario.
La sorpresa principal la representa Roberto Rosario, quien reingresó al Comité Central del PLD tras culminar sus funciones en la Junta Central Electoral y que ha irrumpido nuevamente en la actividad partidaria dentro de la facción de Leonel Fernández, pese a su antigua militancia en el danilismo.
El grupo del expresidente Fernández asume en Rosario una figura que pudiera poner sobre la mesa a la hora de negociaciones o medición de fuerza que impliquen la candidatura a la alcaldía del Distrito Nacional.
En el caso del danilismo tiene en Gonzalo Castillo una persona de la extrema confianza del presidente Medina y que ha sido exitoso en sus más de seis años al frente del Ministerio de Obras Públicas. Muchas de las ejecutorias exitosas de la gestión de Gonzalo Castillo han sido en la esfera municipal, por lo que ha logrado de manera indistinta un perfil de precandidato presidencial del PLD como de candidato a alcalde de producirse la necesidad de algún acuerdo o medición de fuerzas.