Santo Domingo.-Varios especialistas de la conducta se mostraron ayer alarmados por los altos niveles de corrupción que hay en el país, situación que afirmaron va en detrimento de toda la ciudadanía y afecta el comportamiento social.

Para el psiquiatra Secundino Palacios, la corrupción ha sido la pandemia más mortífera y tóxica en toda la historia de la República Dominicana.

“No hay un organismo para enfrentar esos niveles de impunidad y corrupción, porque tienen todo el poder del mundo”, sostuvo el especialista.

Así mismo, consideró que estamos viviendo en una sociedad “profundamente herida y lastimada” por diferentes factores que han ido maltratando el desarrollo de los dominicanos.

Mientras que la antropóloga social Tahira Vargas argumentó que este tema debe ser abordado no solo en el nivel macro, sino de forma focalizada en cada comunidad.

“A nuestro modo de ver, lo que está pasando en cada municipio y en cada provincia con esa red de corrupción es una red delictiva”, indicó. Consideró que se debe poner freno a esta situación, ya que ha llegado a niveles extremos.

Violencia

Los expertos en problemas sociales deploraron la violencia que existe en la sociedad de hoy, la cual se manifiesta de diferentes formas, según sus declaraciones.

En ese orden, la psicóloga Vanessa Espaillat, señaló que para hacer frente a estas situaciones dentro de la familia se necesita afecto, tiempo de calidad y un manejo adecuado de la autoridad.

“También tenemos la violencia que se da en los medios de comunicación, cuando no sabemos manejar los eventos que están pasando”, expresó, mientras afirmaba que la forma de contar un hecho a nivel masivo podría motivar a su propagación, como en el caso de los feminicidios.

Sobre las diferentes manifestaciones de violencia en el país, el psicólogo Humberto Bogaert expresó que se deben desarrollar investigaciones profundas que arrojen posibles salidas, como en el caso de las muertes de mujeres a manos de hombres.

De su lado, la antropóloga Tahira Vargas dijo que los problemas en el tránsito reflejan la falta de una cultura de paz. Explicó que existen zonas de conflictos que pueden ser intervenidas estatalmente para erradicar posibles brotes de violencia. Los especialistas lamentaron la disgregación de la familia.