MADRID, España.-Unos 2,6 millones de funcionarios estaban llamados a la huelga este martes en España, con manifestaciones en todo el país, contra el duro plan de austeridad anunciado por el gobierno socialista para bajar el déficit, que incluye recortes salariales en ese sector.
La huelga, que comenzó el martes a las 00H00 (22H00 GMT del lunes), tuvo un seguimiento del 15,9% en los servicios nocturnos, indicó el gobierno este martes por la mañana, mientras que los principales sindicatos, Comisiones Obreras (CCOO) y UGT, informaron de un 75% de cumplimiento del paro.
La secretaria de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí, anunció en conferencia de prensa un seguimiento del 15,9% por la noche y destacó que están «garantizados los servicios públicos» mínimos y que la huelga se vive con «normalidad».
Por su parte, el secretario general de la federación de los servicios públicos de UGT, Rafael Espartero, habló de un 75% de seguimiento por la noche.
Es «una cifra plenamente satisfactoria y calculamos una cifra parecida, de en torno al 65%-75%, para el conjunto del día», dijo a la AFP. Los sindicatos convocaron concentraciones y manifestaciones en ciudades de todo el país.
Las más importantes se espera que sean las previstas en Madrid a las 11H30 (09H30 GMT) ante el ministerio de Economía y a las 18H30 (16H30 GMT) en el centro, bajo el lema «8 de junio, huelga del sector público, No al recorte del gasto público, movilízate».
Los trabajadores públicos protestan por la disminución de sus salarios a partir de mediados de este año de una media del 5% y la congelación en 2011, decidida en mayo por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Este recorte forma parte de un duro paquete de medidas de ahorro adoptado por Zapatero para tratar de reducir el alto déficit público, que fue del 11,2% el año pasado, disminuyendo los gastos públicos en 15.000 millones de euros durante este año y el próximo.
El gobierno tomó estas medidas presionado por sus socios de la Eurozona y por los mercados, y el Congreso de los Diputados las aprobó a finales de mayo por un estrecho margen. La huelga de este martes puede ser el preludio de una huelga general, que los sindicatos amenazaron con convocar si el ejecutivo socialista adopta la reforma del mercado laboral sin llegar a un acuerdo con sindicatos y empresarios.
El presidente del gobierno anunció la semana pasada que el gobierno aprobará la reforma el 16 de junio aunque no haya consenso con trabajadores y empresas. La reforma laboral, recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y muchos economistas, pretende fomentar el empleo con un modelo de contrato que incluya una indemnización por despido más barata, en un momento en que el desempleo supera el 20% de la población activa en España.
Pero el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijo este martes que confía «en que hasta el último minuto hay posibilidad de llegar a un acuerdo»: «Mi sindicato esta trabajando muy decididamente para que el acuerdo se produzca; creo que es lo que necesita este país», declaró.
La última huelga general en España data del 20 de junio de 2002, bajo el gobierno del conservador José María Aznar.
El plan de austeridad del gobierno incluye además la congelación de las pensiones de jubilación, la supresión del «cheque bebé» de 2.500 euros y la rebaja de la ayuda al desarrollo, entre otras medidas.
Este ajuste tiene lugar en un momento en que la economía española sale tímidamente de la recesión en la que se sumió a finales de 2008, a ritmo más lento que sus socios europeos. En el primer trimestre del año el producto interior bruto (PIB) creció un 0,1%.
La huelga se mantiene además un día después de que los países de la Eurozona advirtieran a España de que su programa de austeridad para 2010 y 2011 no será suficiente a medio plazo y «necesita hacer más» reformas, especialmente «en el mercado laboral y en el sistema de pensiones».