
El doctor Rafael Molina Morillo (1930-2017) fue director de cinco influyentes periódicos y revistas del país, presidente de varias instituciones relacionadas con la libertad de expresión –entre ellas la Sociedad Interamericana de Prensa-, autor de cuatro libros, Premio Nacional de Periodismo 2010, Premio Nacional de Historia 2014y representante de la República Dominicana sucesivamente ante las Naciones Unidas, Estados Unidos, Canadá, México y Panamá. Con ese equipaje de logros alcanzados a lo largo de sus 87 años de vida, Rafael Molina Morillo ha inculcado a su familia, como norma de vida, la conocida frase atribuida a San Francisco de Asís que reza: “Necesito pocas cosas, y las cosas que necesito, las necesito poco”.
Desde su nacimiento, el 31 de marzo del 1930, fue un niño tranquilo y sereno. Aprendió a leer atraído por los muñequitos que traían los periódicos y se convirtió en un experto en lo relativo a las aventuras de los personajes de ficción que estaban de moda allá por los comienzos de los años 40. En su pueblo natal, La Vega, se acostumbró a esperar cada día, a la caída de la noche, la llegada del periódico La Opinión, que traía en sus páginas las tiras diarias de Benitín y Eneas, Rip Kirby, Dick Tracy, El Fantasma, Tarzán, Jorge el Piloto, Supermán, El Pato Donald, Pluto, Mickey Mouse… y tantos otros.
A medida que creció, siendo su primera maestra su propia madre, Icelsa Morillo, del personal docente de la escuela pública “Federico García Godoy, se aficionó a la lectura de las revistas extranjeras a las cuales ella estaba suscrita (Para ti, Leoplán, Sucesos). El primer libro de su propiedad fue un ejemplar de Poncho, de la autoría del argentino Alvaro Yunque, que se lo regaló su maestra de cuarto curso la “señorita Lebrón”, como premio por sus buenas conducta y aplicación. De ahí pasó a leer obras de autores de más renombre, como Alejandro Dumas, Arthur Conan Doyle, Julio Verne, así como las novelas policíacas.
