El mes que inicia tiene una importancia capital para el país. Conmemoramos el 173 aniversario de la Constitución de la República.
Naturalmente, ese acontecimiento corresponde al 6 de noviembre de 1844. Un día del pasado en que el pueblo dominicano conoció su primera carta magna.
Ese pasado del pueblo dominicano está lleno de hombres y mujeres que emprendieron, a una corta edad, hechos heroicos, sin medir consecuencias o peligros.
Muchos, incluso, ofrendaron el mejor tesoro: su vida, en beneficio de la libertad. De manera que las nuevas generaciones deben conocer el precio que se pagó por la libertad, la democracia y los gobiernos constitucionales que desde entonces hasta hoy tenemos.
Así sabrán defender el presente y trabajar por un futuro promisorio, y que a la vez contribuya a consolidar las estructuras de un Estado donde haya un respeto pleno de nuestra Constitución y los derechos humanos.
Eso implica que, independientemente de que se promuevan y aprueben nuevas leyes, debemos educar a las nuevas generaciones para que abreven y se fortalezcan en el respeto y la obediencia al cuerpo de leyes que ya tenemos, y que están consagradas en nuestra Constitución.
Un día como hoy debe, en consecuencia, llevarnos a todos más allá de los actos conmemorativos.
Debe convertirse en un día nacional de reflexión. Y que esa reflexión nos lleve a mirar hacia el verdadero destino de libertad plena y de fortaleza democrática que merecemos todos los dominicanos.