Santiago.-El dominicano Yordano Ventura, de los Reales de Kansas City, quien asombró en la temporada pasada en las Grandes Ligas con la alta frecuencia de subir su bola rápida por encima de las 100 mph, tiene un propósito, y es ser el mejor lanzador de las Mayores.
Ventura asegura que se prepara cada día para lograr ese propósito, teniendo como meta estar más concentrado en la temporada que viene.
“Pienso que con la experiencia adquirida en la temporada pasada, que fue mi primera en las Grandes Ligas, me será más fácil para dominar a los bateadores”, dijo Ventura, quien fue entrevistado por EL DÍA mientras observaba un partido el jueves en el estadio Cibao entre Gigantes y Águilas.
Añadió que piensa que la clave de su éxito se basará en el comando que pueda ejercer sobre su repertorio de pitcheos, que para la próxima campaña tendrá una pequeña variación.
“Quiero seguir tirando strikes, porque quien hace eso triunfa en este negocio.
Decidí que en la próxima temporada dejaré de tirar el ‘cutter’ (la recta cortada), y luego seguiré con el mismo repertorio de pitcheos que es la bola rápida, slider, curva y cambio de velocidad”, explicó Ventura, quien en su primera temporada completa en las Grandes Ligas tuvo marca de 14-10 y efectividad de 3.20 en 31 juegos, con 30 aperturas.
Lanzó 183 entradas, permitiendo 168 hits, 65 carreras limpias, otorgó 69 boletos, 159 ponches, 1.30 de WHIP y la oposición le bateó para .240.
Histórica actuación
Ventura logró elevar su cotización en la pasada postemporada de las Grandes Ligas, siendo pieza fundamental para que los Reales llegaran hasta la Serie Mundial.
En la postemporada abrió cinco partidos, concluyendo con marca de 1-0 y efectividad de 3.20.
Se convirtió en el primer «rookie» en la historia de los Royals en ser titular en un partido de las Series Mundiales y se convirtió en el primer novato de los Reales que abre cinco encuentros en una postemporada.
En el juego 2 de la Serie Divisional contra los Angelinos de Los Ángeles limitó a los campeones de la División Oeste a cinco hits y una carrera -un jonrón de su ídolo y compatriota Albert Pujols- y ponchó cinco.
Abrió el segundo juego y el sexto de la Serie Mundial. En el sexto juego, con su equipo contra la pared, logró blanquear durante siete entradas a los Gigantes.