Santo Domingo.-Yisel Iluminada Villar siente la responsabilidad de dirigir y trabajar el taller de ebanistería de su padre, José Rafael Villar, para mantener su legado, tras cuatro años de su fallecimiento. Ella fue su primer ayudante.
Ese es el tiempo que tiene con el control del taller, que su padre instaló hace más de 20 años y a la fecha se hacen juego de comedor, muebles, estantes, vitrinas, colchones, entre otros elementos para el hogar.
Gracias a estos trabajos sustenta a su madre, Gloria Alvarado Faña, y a sus hijas, una de 5 años y otra de un año y once meses. Yisel Iluminada es una de tantas “Mujeres Valerosas”, la cual ha tenido que realizar los trabajos de ebanistería como si su padre José Rafael Villar estuviera vivo. Se recuerda que el pasado 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer.
“Mi padre era un hombre trabajador, responsable y serio en la elaboración de todo tipo muebles y entregaba a tiempo”, dijo Jissel tras señalar que tiene que mantener ese principio.
En el taller trabaja su esposo junto a varios jóvenes, a quienes contrata en cada trabajo como ayudantes de ebanistería.
Sueño de su padre
“Siento una obligación de seguir el sueño anhelado que tenía papá de mantener en función este taller”, dijo Yisel Iluminada entre lágrimas.
Expresó que, con el funcionamiento del tallermantiene el sueño de su padre, además de la responsabilidad de cuidar a su progenitora, a sus hijas y no descuidar su hogar junto a su esposo, Jhonatan Esteury Montás.
“Soy la primera en levantarme porque mi labor inicia como a las 5:00 de la mañana y soy la última en acostarme”, dijo tras manifestar que con sacrifico sigue hacia adelante con su responsabilidad.
Cuando su padre dirigía el taller, ella era su ayudante de ebanistería, pero tras la muerte de su progenitor el 9 de octubre del 2020, por insuficiencia respiratoria, Yisel Iluminada tomó la rienda del mismo y su labores inician a las 5:00 de la mañana.
Al momento de la muerte de su padre, se encontraba estudiando licenciatura en Contabilidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que luego tuvo que abandonar para dirigir el taller de ebanistería.
Tras el fallecimiento de su padre, el dolor de su corazón no le permitía encontrar la fuerza para trabajar. “Hasta que me dije no puedo dejar caer el taller de mi padre, ni dejar desamparada a mi familia, soy la única que puede seguir con el legado de mi padre”, dijo Yisel al momento que se limpiaba las lágrimas que caían en su rostro al recordar todo lo que le enseñó su progenitor .
“Me vi en esa situación y me dije que tenía que tener la fuerza, porque las personas me decían: —Recuérdate, tú eres la columna, tú eres la más fuerte, tú eres la que te parece a tu papá y tienes que continuar—”, manifestó tras decir que debe llevar conjuntamente el taller y su vida cotidiana de hija, madre, esposa y ama de casa
“Tengo que tener un equilibrio, dividirme, porque en todo tengo que dar al frente el 100 % con el hogar, mantener el legado de mi padre y cuidar a mi madre e hijas”, expresó tras decir que es la primera en levantarse y la última en acostarse para asegurar y estar tranquila que todo se haga bien.
Manifestó que para poder llevar la responsabilidad y compromisos, se realizó un programa para tener pendiente todo y de su madre, porque su padre no está. Ella tiene el compromiso de estar disponible para cuando la soliciten en cualquier momento o situación.
“A él le gustaba mucho la ebanistería, él era empírico. Entonces yo lo veía como él hacía las cosas, los muebles, con la dedicación, con respeto, honestidad. Entonces, yo de niña me gustaba cómo le daban la terminación”, contó Yisel con rostro de admiración de su fallecido padre, quien dijo que esas cosas fueron las que su padre le enseñó.
Este taller tiene la trayectoria de su padre y ahora ella lo sigue con la colaboración de su esposo, quien ha sido un apoyo para avanzar en las labores de ebanistería.
Villar dirigió el negocio sola por cuatro años y trabaja el taller de ebanistería de su padre con la responsabilidad y honestidad, valores que les enseñó.
“Físicamente no está mi papá, pero las costumbres, el hábito, el legado que él dejó, el carácter con la responsabilidad que hay que darle a cada cosa, todo sigue igual”, manifestó.
Enseñanza
—1— Dificultad
Yisel Villar dijo haber dirigido el taller de ebanistería con su papá; “no ha sido fácil, con altas y bajas”.
—2— Trabajo
Ella dice debe sostener y dar lo mejor de sí a su familiares en nombre de su progenitor.
—3— Enfoque
Su padre, José Rafael Villar, siempre daba el 100 % en todo.
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