Los elogios para el lanzador dominicano Yimi García, de Toronto, son abundantes. Su dirigente John Schneider y sus compañeros están maravillados con la transformación del dominicano, quien ahora tira más duro que en sus años anteriores.
“No hay mejor brazo de bullpen en las Grandes Ligas en este momento”, dijo su compañero Chris Bassitt.
La fortaleza de Yimi ha sido tan notable que Schneider le entregó la encomienda de ser el cerrador de los Azulejos y hasta ahora ha cumplido con una actuación sorprendente, siendo sencillamente intocable.
La semana pasada hizo una exhibición de dominio cuando enfrentó al corazón de la alineación de los Yankees de Nueva York (Juan Soto, Aaron Judge, Anthony Rizzo y Giancarlo Stanton) por dos días seguidos en la octava y novena entradas, y fue perfecto.
En sus primeros diez juegos, solamente ha permitido dos hits y una carrera limpia para efectividad de 0.87, con marca de 1-0. Añada que apenas ha concedido un boleto y ha ponchado 14 en 10 entradas y un tercio, logrando el salvamento en las dos oportunidades que ha tenido.
En sus últimas seis apariciones, ha retirado a 20 bateadores consecutivos, con 10 ponches. García, quien es nativo de Moca, nunca ha lanzado tan fuerte como lo ha hecho esta temporada, promediando 97 mph. en su bola rápida de cuatro costuras y la semana pasada alcanzó las 99.8 mph, siendo el pitcheo más fuerte de su carrera.
Su arsenal de lanzamientos está funcionando muy bien, porque está combinando su nuevo poder con velocidades de giro mejoradas y control de precisión, apuntando libremente hacia arriba, abajo y de lado a lado del plato.
El éxito de Yimi hay que valorarlo, porque le llega luego de 10 años en las Mayores, ya que debutó en 2014 con los Dodgers, siendo lo mejor que será agente libre después de esta campaña.