El enemigo interno que tiene Yermín Mercedes volvió a hacer de las suyas otra vez. El miércoles pasado, el dominicano sorprendió al mundo del béisbol al publicar en su cuenta de Instagram que se retiraba del béisbol por tiempo indefinido.
“Primero que nada quiero agradecerle a Dios por darme la vida, a los fans que sin ellos no fui nada, a mi familia por comprenderme y apoyarme siempre… Me alejo del béisbol por tiempo indefinido», publicó Yermín.
Esa publicación demuestra un alto grado de frustración y también de cobardía.
Muchos consideran que la carrera del béisbol es hermosa desde el principio hasta el fin y no es verdad. Quienes logran éxitos en el béisbol deben ser considerados héroes.
Los jugadores latinos sufren bastante por las descargas de racismo de muchos dirigentes y coaches en las ligas menores.
Los enojos de los jóvenes dominicanos se incrementan y tienen que soportarlo, porque aún teniendo mejores condiciones que los “gringos”, estos tienen preferencias, porque ese juego es de ellos.
Ciertamente, Yermín fue afectado por el dirigente Tony La Russa por haberle hecho swing a un pícheo en 3-0, cuando lo mandaron a esperar. Yermín pegó un jonrón, pero La Russa no lo celebró alegando que su equipo tenía una ventaja muy amplia. La Russa manejó muy mal la situación por llamarle a la atención públicamente, pero las cosas no se quedaron ahí.
Luego del arranque espectacular entre abril y mayo, Yermín se cayó a la ofensiva y fue enviado a las menores. Es lógico que Yermín necesita ayuda psicológica y quiera Dios que la acepte, porque nadie le puede negar que tiene talento, pero necesita ser más inteligente para no dejarse vencer por el enemigo que lleva por dentro.