El mánager de los Yanquis de Nueva York Aaron Boone (izquierda) y el coach de banca Carlos Mendoza previo a un juego de pretemporada contra los Tigres de Detroit, EL 20 de marzo de 2022, en Tampa, Florida. (AP Foto/Lynne Sladky)
NUEVA YORK.- Los Yanquis de Nueva York necesitaban cubrir el campocorto y la primera base, así que todo señalaba que estarían muy diligentes en la agencia libre.
Antes y después del paro patronal, cada estrella disponible firmó con otro club. Carlos Correa, Corey Seager y Trevor Story, tres torpederos que estuvieron en la órbita del Bronx, acabaron en Minnesota, Texas y Boston, respectivamente.
Freddie Freeman pintaba como la mejor solución en la inicial, pero pactó con los Dodgers.
¿Reparos para gastar? ¿Cambio de filosofía?
La situación exasperó a sus fanáticos y se evocó la figura del extinto dueño George Steinbrenner, un hombre que no escatimaba en derrochar dinero con tal de incrementar la colección de campeonatos de la franquicia más laureada del béisbol.
Bajo la autoridad de Steinbrenner, los Yanquis ganaron siete veces la Serie Mundial. La última consagración fue en 2019, un año antes de su deceso.
El club sigue en manos de la familia Steinbrenner, con su hijo Hal. Pero el manejo es más comedido. Ante las críticas por no comprometerse con contratos exorbitantes a largo plazo, Hal Steinbrenner justificó la prudencia de Yanquis.
Mencionó los efectos de la pandemia y la importancia de no ser desmedidos en el gasto al advertir que ya se habían excedido del primer umbral de 230 millones de dólares que activa el pago de un impuesto de lujo.
Y resaltó que cuentan con dos “increíbles” prospectos en la posición de torpedero en Anthony Volpe y el venezolano Oswald Peraza, a quienes quieren darles oportunidades. Se dice que los Yanquis quiere evitar a toda costa pasarse del umbral de los 270 millones, algo que podría costarles ser relegados en el orden de selección del próximo draft.
Tampoco es que han pasado a ser una franquicia avara. Después de todo, acaban absorber el contrato del tercera base Josh Donaldson — salarios anuales de 21 millones en cada una de las próximas dos campañas — en un canje con los Mellizos de Minnesota.
Según los estimados de Spotrac, los Yanquis inician la campaña con una nómina de 225 millones, la tercera más cara del béisbol, por detrás de los Dodgers de Los Ángeles (234 millones) y sus vecinos Mets (230).
Hay una nueva dinámica en Nueva York desde que el multimillonario Steve Cohen adquirió a los Mets y empezó gastar a manos llenas con los fichajes de Max Scherzer y Francisco Lindor. “Mantengo el mismo compromiso todos los años”, dijo Hal.
“Lo hace mi familia, y eso es hacer todo lo que podamos hacer para tener un equipo de calibre de campeonato y ganar una Serie Mundial. Seguiré intentando eso“.
Y sí, los Yanquis tienen un equipo competitivo, liderado por el bate de Aaron Judge y con Gerrit Cole al frente de la rotación.
Pero se encuentran en una división ultra competitiva, quizás la más fuerte de las mayores.
Fueron uno de los cuatro equipos del Este de la Americana que rebasaron las 90 victorias la pasada temporada, junto a los Rays de Tampa Bay, los Medias Rojas de Boston y los Azulejos de Toronto.
Y los cuatro vuelven a la carga. Boston eliminó a Nueva York en la ronda de comodines.
MEJOR DEFENSA
Algo está casi que garantizado: los Yanquis fildearán mucho mejor. Resta por ver el rendimiento de sus lanzadores y bateadores subir La gran sacudida del roster fue un canje con Minnesota en plena pretemporada, desprendiéndose del receptor Gary Sánchez y el tercera base Gio Urshela para adquirir a Donaldson y al torpedero Isiah Kiner-Falefa.
La transacción permitirá a Gleyber Torres quedar establecido en la segudna base. Sánchez fue el líder de pásbols de la Liga Americana en tres de las últimas cinco temporadas, además de que los pitchers acumularon 60 lanzamientos descontrolados con el dominicano detrás del plato.
El venezolano Torres perdió la titularidad en el campocorto a mediados de septiembre tras cometer 18 errores, la segunda mayor cantidad en la liga al momento de la decisión. Kiner-Falefa, en cambio, fue el tercero de los torpederos de la Americana, con 10 carreras salvadas en defensiva el año pasado. El registro de Torres fue de menos 10.
ETCÉTERA
Anthony Rizzo seguirá en la inicial tras haber sido adquirido justo antes de la fecha límite de canjes el pasado verano. Prefieron retener al bateador zurdo y traspasaron a Luke Voit, líder de jonrones en 2020, a San Diego.
El jardinero central Aaron Hicks regresa tras perderse casi toda la pasada campaña por una lesión de la muñeca. Joey Gallo, otro que fue adquirido en la fecha límite de canjes, asoma para defender el bosque izquierdo. Aaron Judge (.287, 39 jonrones y 98 impulsadas) y Giancarlo Stanton (.273, 35, 97) comandan la ofensiva.
Judge podría convertirse en agente libre tras la Serie Mundial. Los Yanquis tienen que apurarse.
El jardinero derecho no quiere negociar durante la campaña regular. NOVATO Clarke Schmidt, un derecho de 26 años, empezará la temporada en Triple A tras perderse buena parte de 2021 por una lesión del hombro en 2020.
Con Domingo Germán fuera por una dolencia del hombro, Schmidt podría ser tomado en cuenta para abrir juegos.
ROTACIÓN INESTABLE
Cole (16-8, 3.23) y el zurdo Jordan Montgomery (6-7, 3.83) son las cartas fijas de la rotación. Pero hay dudas con los demás. Luis Severino (1-0, 0.00) apenas lanzó seis innings en cuatro juegos el año pasado tras una cirugía Tommy John. Jameson Taillon (8-6, 4.30) arrastra un historial de lesiones. El zurdo Nestor Cortés Jr. (2-3, 2.90) sería el quinto abridor.