Pareciera que hubiéramos estado anticipando una Serie Mundial entre Yankees y Dodgers por un buen tiempo, porque ese ha sido el caso.
Desde que estos dos conjuntos se enfrentaron por última vez en el Clásico de Otoño de 1981, los Bombarderos han tenido foja ganadora en 38 de las 43 temporadas completas y han clasificado a la postemporada en 25 de esas 43 campañas; Los Ángeles ha tenido una marca positiva en 26 de esas 43 temporadas y ha clasificado a los playoffs en 21 de esas 43 campañas. Los Yankees han disputado siete Series Mundiales desde 1981; los Dodgers han jugado en cuatro. Sin embargo, sus caminos jamás se han cruzado. Hasta este año.
De seguro algunos de los que están leyendo esto se quejaron apenas se enteraron de que serían los Dodgers y Yankees enfrentándose en la Serie Mundial. Es de entenderse.
Juegan en costas opuestas en ciudades que de varias maneras son los centros económicos y culturales de los Estados Unidos. Son ciudades que son grandes atracciones turísticas, ciudades que algunos aspiran a vivir algún día de sus vidas. Ambos equipos tienen enormes presupuestos y aspiraciones, la clase de franquicias (y aficiones) que nunca están satisfechas con algo menos que un título de Serie Mundial cada año. Cuentan con largas y ricas historias; tienen uniformes icónicos; tienen algunas celebridades como sus seguidores. Sin importar cuánto tratas de enfocarte en tu propio equipo, de todas maneras sientes algo de disgusto por los Yankees y Dodgers. Parece que están en todas partes.
Todo eso es de comprenderse, pero un argumento puede ser — y podría especular que los números de sintonía que veremos a lo largo de la serie coincidirían con lo que diré — que todo eso llamará más la atención sobre este choque. Es posible que odien o amen a los Yankees, que odien o amen a los Dodgers, pero es casi imposible ignorar a los Yankees y Dodgers. Para verdaderamente ignorar a estos equipos, hay que ignorar el béisbol por completo.
¿Cómo se puede contar la historia del béisbol — el pasado, presente y futuro del béisbol — sin incluir la historia de los Dodgers y Yankees? Si cierras tus ojos y piensas de algunos de los mejores momentos que han sucedido en las Mayores durante tu vida, es posible que los Dodgers y Yankees surjan constantemente. Podría argumentarse que los dos peloteros más famosos de toda la historia son Babe Ruth y Jackie Robinson, y ambos son rostros de esas franquicias. Ambas escuadras en un momento hasta compartieron una ciudad y se midieron en el Clásico de Otoño cuatro veces sólo en la década de los 50 (Y una de esas series incluyó el juego perfecto de Don Larsen, que para algunos es el encuentro de Serie Mundial más famoso de la historia).
La huella de estas dos franquicias está por toda la historia: Mickey Mantle, Derek Jeter y Lou Gehrig vs. Duke Snider, Sandy Koufax, y el mexicano Fernando Valenzuela. Son sinónimos del béisbol. No es posible que nadie quiera prestar atención.
Y por supuesto, ahora mismo hay una mayor concentración de superestrellas en estos dos clubes que en cualquier momento desde que ambos estaban en la misma ciudad. Los Dodgers y Yankees cuentan con los cuatro de los jerseys más vendidos en todo el béisbol ahora mismo: Los Ángeles tiene los Nro. 1 y 4 (Shohei Ohtani y Mookie Betts), Nueva York los Nro. 3 y 7 (Aaron Judge y el dominicano Juan Soto).
¿Cuántos posibles futuros miembros del Salón de la Fama han vestido el uniforme de estos conjuntos este año? Veamos: Clayton Kershaw, Mookie Betts, Freddie Freeman y Shohei Ohtani por los Dodgers; Aaron Judge, Juan Soto, Gerrit Cole (¿puede ser?) y Giancarlo Stanton (¡ya presentando argumentos!) por los Yankees. Y al preguntársele a cualquiera en la calle cuántos jugadores activospueden nombrar, es posible que hasta más de la mitad sean de estas dos escuadras.
Y aunque algunas estrellas en estos dos clubes ya tienen anillos de Serie Mundial (Soto con los Nacionales, Freeman con los Bravos y Betts con los Dodgers y Medias Rojas), no los hemos visto en un mismo lugar a este nivel con tanto de por medio. Judge y Ohtani seguramente serán reconocidos con el JMV este año — llegando a un total de cinco — pero ninguno ha ganado un título, ni había llegado al Clásico de Otoño. ¿Tendrá otra gran oportunidad el que no lo gane este año?
Y es poco visto el hecho de que equipos con estos historiales de éxito y estas expectativas estén tan hambrientos por un título de Serie Mundial como lo están ahora mismo. Ambos tienen bastante urgencia. La de los Bombarderos es obvia: Esta es su primera participación en el Clásico de Otoño desde el 2009, y nadie anticipaba que se demoraran tanto para llegar a la próxima. Nueva York, con el cambio para adquirir a Soto en el invierno, lo apostaron todo para conquistar la Serie Mundial este año, con los puestos del manager, el gerente general y posiblemente algunos jugadores en la cuerda floja. Sería muy decepcionante llegar así de cerca y quedar cortos.
Pero no cabe duda de que Los Ángeles también necesita ganar un título — hasta con mayor urgencia. Los Dodgers efectivamente salieron campeones en el 2020, fue hace poco (aunque parece que haya pasado un buen tiempo), pero ocurrió en la abreviada campaña por COVID-19, y aunque algunos dirían que el sobrevivir las circunstancias de dicha postemporada fue más difícil que cualquier otro año, es cierto que el título del 2020, para algunos, es algo diferente. Incluso los mismos jugadores de ese equipo lamentan que no lograron celebrar como lo hubieran hecho en una temporada normal. La última vez que los Dodgers conquistaron un título en un “año normal” fue en 1988.
Entonces, como lo ven. Dos equipos que están acostumbrados al éxito siempre, ahora están en posición de un devastador fracaso. Dos equipos que todos conocen, equipos con nombres que sobresalen … y que todos anticipan ver. Esta es la 12da Serie Mundial disputada entre estos dos clubes, pero la primera en 43 años. Es algo conocido y a la vez poco visto. Todo eso la perfila a ser una serie irresistible. No cabe duda de que todos estarán atentos.