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Del «KLK» a «En la cara se le ve»: El diccionario vivo del dominicano

Katherine Espino Por Katherine Espino
Del
Del "¿Qué lo qué?" a "En la cara se le ve": El diccionario vivo del dominicano

Dominicano

Santo Domingo.- La riqueza del español dominicano no solo reside en su acento y entonación, sino también en su vasto repertorio de frases y expresiones únicas que reflejan la idiosincrasia y el humor de los dominicanos.

Estas frases, transmitidas de generación en generación, se han convertido en un sello distintivo de la cultura dominicana y conquistan corazones tanto dentro como fuera del país.

Al igual que la prosa de Juan Bosch, caracterizada por su sencillez, precisión y profundidad, las frases dominicanas capturan la esencia del pueblo con economía de palabras y un sentido del humor innato.

Desde el popular saludo «¿KLK?» hasta la expresión de sorpresa «¡Ay, Dios mío!», las frases dominicanas abarcan un amplio espectro de emociones y situaciones. Expresiones como «Dime a ver», «Tato» y «Ya tú sabe» forman parte del lenguaje cotidiano y refuerzan la identidad dominicana.

Según la Real Academia Española (RAE), «KLK» es una sigla que se usa de forma coloquial y jergal para saludar o preguntar por alguien o algo. Es equivalente a la expresión «¿qué es lo que es?»

El uso de palabras como «vaina» y «chin», así como la jerga que incluye términos como «tígere», «jeva» y «agallú», añaden un toque de picardía y originalidad al español dominicano. Los refranes populares, como «Más vale pájaro en mano que cien volando», transmiten sabiduría y valores arraigados en la cultura dominicana.

Otra de las frases propias del dominicano es «en la cara se le ve», esta expresión se utiliza para indicar que las emociones o intenciones de una persona son evidentes en su rostro. Es como decir que no pueden ocultar lo que sienten o piensan. Se usa en diversas situaciones, desde cuando alguien está mintiendo hasta cuando está muy feliz o triste.

Es muy cierto que el rostro humano puede revelar mucho sobre el estado emocional de una persona. Las microexpresiones faciales son difíciles de controlar y pueden delatar lo que realmente se siente.

«El que se junta con cojo, al año cojea»:

Este refrán advierte sobre la influencia que las malas compañías pueden tener en una persona. Sugiere que si te asocias con personas que tienen malos hábitos o comportamientos negativos, es probable que termines adoptándolos tú también.

De hecho, la psicología social ha demostrado que las personas tienden a adoptar los comportamientos y actitudes de su grupo de referencia. Por lo tanto, este refrán tiene una base real en la forma en que las personas influyen en las demás.

Muchos refranes dominicanos, al igual que los de otras culturas, se basan en la observación de la realidad y la experiencia acumulada a lo largo del tiempo. Reflejan verdades universales sobre la naturaleza humana, las relaciones sociales y las leyes de la vida.

Aunque algunos refranes pueden parecer simplistas o exagerados, a menudo contienen una gran sabiduría y pueden servir como guía para tomar decisiones y afrontar situaciones difíciles.

Personajes del arte

El humorista Luisito Martí es recordado principalmente por su personaje «Balbuena«, un dominicano emigrante a Nueva York. «Balbuena» se convirtió en un símbolo de la diáspora dominicana y de las experiencias de los emigrantes.

Su personaje Balbuena, utilizaba muchas frases y expresiones dominicanas en un contexto de un dominicano que intenta adaptarse a la vida en estados unidos, lo que generaba mucha comedia.

A través de «Balbuena», Martí exploró la idiosincrasia dominicana, incluyendo el humor, la picardía y la forma de hablar del pueblo. Su humor se basaba en la observación de la realidad dominicana y en la capacidad de encontrar lo cómico en las situaciones cotidianas.

Otra que también se ha destaca en el humor haciendo referencia a la cultura dominicana es Felipe Polanco (Boruga), conocido por su habilidad para imitar acentos y personajes, capturando las sutilezas del habla dominicana. Su humor se nutre de las expresiones cotidianas y los modismos del pueblo.

Boruga
Boruga

A través de sus personajes, como «Boruga», Polanco pone de manifiesto las particularidades del lenguaje dominicano, desde la entonación hasta el uso de palabras y frases características. Su humor a menudo se basa en situaciones cotidianas y en la forma en que los dominicanos se expresan en ellas, utilizando el lenguaje como una herramienta para resaltar lo cómico de la vida diaria.

Influencia de Juan Bosch

El escritor dominicano Juan Bosch fue un maestro en capturar la esencia de la cultura popular dominicana y la idiosincrasia de su gente en sus cuentos. Su obra literaria es un testimonio vivo de las costumbres, tradiciones y formas de hablar del pueblo dominicano, especialmente de la vida rural.

Juan Bosch

Sus cuentos retratan con fidelidad las costumbres y tradiciones del campo dominicano, desde las creencias religiosas y supersticiones hasta las prácticas agrícolas y las relaciones sociales. Bosch describe con detalle las fiestas, los velorios, los juegos y otras manifestaciones de la cultura popular.

Su personajes son arquetipos de la sociedad dominicana: el campesino trabajador, el político corrupto, la mujer sufrida, el niño inocente. A través de estos personajes, Bosch revela las virtudes y los defectos de su pueblo.

Realismo social

La obra de Bosch se caracteriza por su realismo social, que busca retratar las condiciones de vida de los sectores más humildes de la sociedad dominicana. Sus cuentos denuncian la injusticia, la pobreza y la opresión, pero también celebran la dignidad y la resistencia del pueblo.

Cuentos como «La Mañosa», «Dos pesos de agua» y «Luis Pie» son ejemplos paradigmáticos de cómo Bosch incorporó la cultura popular y la idiosincrasia dominicana en su obra. En estos cuentos, el lenguaje, las costumbres y los personajes se entrelazan para crear un retrato vívido y auténtico de la vida en la República Dominicana.

Frases del dominicano

En resumen, las expresiones y refranes dominicanos son mucho más que simples palabras. Son una forma de transmitir conocimientos, valores y experiencias de generación en generación.

Estas frases no solo son una forma de comunicación, sino también una ventana a la cultura y el alma del pueblo dominicano. Su uso trasciende las fronteras y se ha extendido a través de la diáspora dominicana, manteniendo viva la conexión con la tierra natal. Así como Juan Bosch plasmó la realidad dominicana con maestría, el lenguaje popular preserva la identidad y el espíritu del pueblo.

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Katherine Espino

Periodista digital. Community Manager. Locutora.

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