La semana pasa el mundo fue sorprendido con la noticia de que la reina de Inglaterra, Isabel II retiró los últimos títulos honoríficos a los duques de Sussex, Henry Charles Albert David (El príncipe Harry) y a su esposa, Megan Markle, lo que incluye renunciar a un empleo estable para toda la vida, entre otros privilegios que van junto a ser miembros de la realeza, pero lo que más impactó a la sociedad fue la Reina cuando declaró su deseo de que la duquesa Camila Parker-Browles de Cornualles se convierta en reina consorte, lo que causó un gran revuelo nacional e internacional.
Para los que no la conocen a Camila Parker, ella es la segunda esposa del príncipe Carlos de Gales, heredero al trono de la Corona Inglesa, es descrita como una mujer increíble, simpática, accesible, la cual ayuda a su esposo en labores de apoyo a víctimas de abuso sexual y violación, temas relacionados con la salud, alfabetización, empoderamiento femenino, apoyo a adultos mayores, ayudas a los más necesitados, entre otras labores que la destacan como una mujer maravillosa y digna de heredar el título de Reina de Consorte, sin embargo, la historia ha sido muy cruel e injusta con ella, porque además del gran rechazo que ha recibido, la quieren presentar como una mujer muy mala, sin talento y como la “amante” que acabó con un matrimonio, el cual nunca fue exitoso y el tiempo lo ha demostrado.
Si bien es cierto que la princesa Diana de Gales, a pesar de su lamentable descenso todavía cuenta con el respeto, admiración y simpatía de muchos, no podemos negar que el príncipe Carlos se casó con ella amando a Camila (Esta es su parte de la historia) y por más que intentó hacer que esa relación funcionara, ganaron las emociones y su cuerpo terminó expresando lo que el corazón y el cerebro ya sabían; el amor no sabe de política…
Creo que ya es hora de perdonar y dejar de culpar a dos personas cuyo único error fue amarse apasionadamente y no contar con las exigencias políticas que demandaba la Corona Británica en ese momento, porque de haber tenido el consentimiento de Su Majestad y las leyes de la Corona, Carlos jamás se hubiese casado con otra mujer que no fuese Camila, las cosas hay que llamarlas por su nombre aunque muchos no estén de acuerdo.
Han pasado muchos años de la muerte de la princesa Diana de Gales, veinticuatro para ser más precisos y la amamos con todo el corazón, pero me parece una falta de respeto que todavía no se acepte a Camila como la esposa del príncipe Carlos, a lo mejor las cosas podían haber sucedido de otra manera, pero todos los afectados de esta historia eran muy jóvenes, además, cuando se trata de cuidar un legado y los intereses de toda una nación, a veces se cometen muchos errores y sacrificios, en este caso eso fue lo que sucedió.
Es el momento preciso de empezar a ver a Camila como lo que es, una mujer política, preparada, empoderada, excelente esposa, mujer brillante , madre abnegada, mujer humilde y de gran corazón, porque lo es, nos guste o no, ella será la próxima Monarca de la Corona Inglesa y todos sabemos que si así lo decidieron, es porque se ha manejado a la altura y se lo ha ganado a punta de mucho trabajo, porque más que un capricho o venganza como le han llamado algunos, los títulos se ganan, porque si algo ha demostrado Isabel II es que ni las acciones de sus propios nietos van a doblegar su honor, la Reina no tiene favoritos, mientras ella respire, nada, ni nadie va a destruir su imperio, un imperio que ella ha sabido mantener en pie durante 70 años, con lágrimas, mucha fuerza, sacrificios, diplomacia, con una personalidad increíble y con una determinación majestuosa.
Así que felicitamos a la duquesa Camila y tenemos fe en que ella seguirá con el excelente legado de la reina Isabel ll, porque tiene todo lo necesario para asumir esa gran responsabilidad y todas las que se le asignen.
¡Larga vida a la reina Isabel II, a la duquesa Camila y a toda la Corona Británica!
Les extendemos toda nuestra admiración, apoyo y respeto.