Pacientes esperando ser atendidos en CECANOT.
La altísima demanda de servicios por los usuarios del Centro Cardio Neuro Oftalmológico y de Trasplantes (CECANOT) provoca un congestionamiento progresivo del importante establecimiento de salud por pacientes provenientes de todo el país.
Esa demanda de servicios ya reclama que las autoridades sanitarias valoren la necesidad y la urgencia de habilitar consultorios satélites, en el Gran Santo Domingo, así como construir centros regionales que permitan ofrecer un servicio más ágil y amigable a los usuarios del Norte Sur y Este, de suerte que sus usuarios, mayoritariamente gente de escasos recursos, puedan abaratar el costo de bolsillo por el acceso a los servicios de salud.
Esto último resultaría sumamente importante, si se toma en cuenta que, como ya se afirmó, los usuarios del CECANOT son ciudadanos con bajos ingresos económicos, afiliados al Régimen Contributivo del Seguro Familiar de Salud; ciudadanos con ingresos iguales o por debajo del salario mínimo afiliados al Régimen Subsidiado; o ciudadanos que aún carecen de cobertura por no tener seguro de salud en cualquiera de los regímenes de financiación del Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Así las cosas, si las distintas regiones del país contaran con centros regionales y el Gran Santo Domingo y Santiago tuvieran consultorios municipales para facilitar el acceso a los servicios de CECANOT estos ciudadanos no tuvieran que desprenderse de una parte importante de su presupuesto familiar para cubrir costos de pasajes, alimentos y hasta en hospedaje para trasladarse y amanecer en la Capital, como forma de asegurar su cita en la fecha que se les asigna.
La situación se hace tan atendible que en CECANOT la fijación de una cita implica que transcurran varios meses, por ejemplo en el área de oftalmología, que debe ser la más visitada por pacientes, hasta el día de la consulta, y son tantos los usuarios que en dicha fecha tienen que durar horas y horas para poder acceder al médico asignado.
De hacerlo así, habría que admitir que las autoridades «se anotarían un virao».
