Kenia del Orbe
El 20 de enero de 2017 sin lugar a dudas pasa a ser un día histórico, fecha en la que el temido magnate Donald Trump fue juramentado como el presidente número 45 de los Estados Unidos y el peor valorado en 20 años. Pues según un sondeo realizado por la encuestadora Gallup antes de la toma de posesión, el 51% de los estadounidenses desaprobaba la forma en que trabajó el proceso de transición.
Pero eso no es todo, según datos de Google Trends, divulgados por Mashable, el mismo día de la investidura de Trump más de la mitad del país estuvo interesado en buscar “protestas de inauguración”, búsqueda que se materializó en diferentes puntos de Estados Unidos con las protestas anti-Trump que tuvieron lugar en el territorio mientras el nuevo presidente se juramentaba.
La oligarquía sigue tomando fuerza, ahora el fenómeno Trump se suma a la lista de presidentes de países de América que en los últimos años han conquistado el poder desde el mundo empresarial. Acción que representa un claro ejemplo de la plutocracia que se vive en algunos países de Latinoamérica como (Argentina, Panamá, Paraguay), donde la clase alta domina desde los principales puestos del gobierno.
El camino recién inicia para el actual presidente de USA, pero a muchos les sigue preocupando la estrategia de comunicación que seguirá Trump a partir de ahora, ya que durante el proceso de transición al poder el trato a los medios de comunicación siguió siendo igual o peor que durante la campaña electoral.
El mandatario se ha caracterizado por usar Twitter de forma frecuente para insultar, hasta el punto de utilizar la citada red social para divulgar de manera informal información de vital importancia para el país con respecto a las relaciones internacionales.
A pesar del discurso de corte populista, con el que se presentó como el “salvador o héroe” durante la investidura, existen grandes cuestionamientos en todo el mundo sobre el comportamiento que seguirá Trump ante ciertos temas, entre otros, si continuará con su idea de construir el muro fronterizo con México, cómo serán las relaciones internacionales a partir de ahora, si manejará los servicios de inteligencias a su antojo, a nivel general qué tan agresivas podrían ser las políticas migratorias, qué tiempo podría permanecer en el poder…
Desde Europa preocupa la política exterior que se prevé implementará. Declaraba ayer a la revista Vanity Fair el sociólogo español, José Antonio Ruiz San Román, que “las medidas proteccionistas no van a ser beneficiosas para las exportaciones desde Europa”.
Es muy temprano para responder a tantas interrogantes con las cuales pudiéramos elaborar una extensa lista. Pero a lo que sí apelamos, es a que el nuevo presidente de los Estados Unidos trate de ser más moderado tanto en sus declaraciones como en su accionar y asuma el cargo con la responsabilidad que requiere dirigir una potencia.
Consultora en Comunicación Política
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