Santo Domingo.-“Dios mío ayúdame a aprender a leer y a escribir, porque eso es lo más grande que hay en la vida”, ese era el ruego de todos los días de doña Ana Lucia Marte, de 72 años de edad.
A pesar de su edad, la doña, oriunda de Monte Adentro, Santiago, no perdía la esperanza de aprender y poder tener una firma propia. Ya ella no quería ser una analfabeta más.
Marte está clara de que “quien nada sabe, nada vale”, por eso no desmayó, y sin importar su edad buscó ayuda para conseguir los conocimientos básicos.
“Me sentía que quería aprender de letras así vieja como estoy, porque uno iba al banco y no querían que uno firmara con los dedos”, dice la señora.
Eso la motivó a acudir a uno de los núcleos del plan nacional “Quisqueya Aprende Contigo”, programa que inició el Gobierno hace más de un año con una inversión de 2 mil millones de pesos en 2013, y justo allí, la doña aprendió a leer y a escribir.
Hoy ella exhibe con mucho orgullo que no es analfabeta, y que sabe escribir a la perfección su nombre, incluso, hasta aconseja a la juventud de su sector para que no deje los estudios y aproveche el tiempo.
Hasta los ciegos aprenden
Y es justo eso lo que busca el plan nacional “Quisqueya Aprende Contigo”, superar el analfabetismo en República Dominicana en personas de 15 años en adelante, sin importar si tienen documentación o no, o si son extranjeros, en el programa no hay ningún tipo de restricción.
Incluso, en el programa se implementó el braille, sistema de lectura y escritura táctil para personas no videntes, pues en el plan hay cien personas ciegas, la mayoría oriunda de la ciudad de Santiago.
Pero “Quisqueya Aprende Contigo” no solo se limita a enseñar a leer y escribir, sino que tiene otros cuatro objetivos.
También busca promover el seguimiento educativo en los estudios básicos (escuelas de adultos); así como la formación técnica laboral, lo que se está ofreciendo a los primeros 70 mil egresados del plan a través del Infotep; apoyar a esas personas para que puedan tener iniciativas productivas que mejoren sus ingresos y por último estimularlas para que se integren a las organizaciones sociales.
Resultados…
El plan inició hace poco más de un año y tiene 518 mil 861 personas incluidas, quienes no sabían leer ni escribir, pero la meta para poder declarar al país libre de analfabetismo es la identificación de 851 mil 396 analfabetos.
Hoy ya 270 mil personas saben leer y escribir, de esa cantidad, 200 mil se graduarán a finales de este mes, así como también se les entregará su certificado al primer grupo de los alfabetizados que realizan cursos técnicos en Infotep.
La meta para junio próximo es llevar hasta 800 mil las personas beneficiarias del plan, lo que indica que estarían faltando 281 mil 139 personas, pero ese objetivo se logrará, asegura el coordinador técnico del plan, Luis Holguín Veras.
“Nosotros vamos a lograr cumplir la meta. A finales de 2014 tenemos que tener alfabetizadas las 851,396 que no saben leer ni escribir, según el censo del año 2010 de la Oficina Nacional de Estadísticas”, dice sin titubeos Holguín Veras.
Campaña
Para eso, señala, han iniciado la campaña “Que no se quede nadie”, que busca detectar en todo el territorio, casa por casa, a las personas que son analfabetas que no han sida incluidas en el programa.
“Quisqueya Aprende Contigo” cuenta con 41 mil 173 núcleos, que son los centros donde los alfabetizados acuden a tomar sus clases, y 36 mil 904 voluntarios que las imparten durante seis meses y seis horas a la semana. Sin embargo, la meta es 75 mil núcleos y 50 mil personas alfabetizadoras voluntarias.
“La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser”, decía el poeta griego Hesíodo, por eso la importancia de saber leer y escribir.