...y Los Emigrantes

…y Los Emigrantes

…y Los Emigrantes

La humanidad solo tiene una historia. La del lugar en el cual vives y tu biografía son partes de ella, distinguiéndonos de los más comunes–conformistas, por el emprendeurismo en el que se destacan unos pocos con sus iniciativas desde el sector en el que actúan, cambiando todo progresivamente, moviéndonos desde el hogar mismo, desamarrándonos.

Cuando alguien hace algo nuevo, ocurre que otros en iguales circunstancias pensaban en ello y el pionero se les adelantó y los demás le superaran guiándose por sus experiencias, estimulados por la necesidad, cambiando periodos en un proceso de errores, criticas, pruebas y soledades; porque cuando se crea es así, no hay modelos ni patrocinios y sí, la total resistencia ambiental del conjunto económico-cultural imperante. Así se inventa, así se crea, así se fragua nuestro ingenio y carácter superior.

Siguiendo la idea de que la historia es una, debemos resaltar nuestra percepción del peligro que se deriva de la degradación que vemos en la repugnancia o rechazo con que se trata discriminadamente en la actualidad a pobres igual que a emigrantes, por un radicalismo mayor que el racial, exclusivista del bienestar en el mundo, sublimado bajo de otros pretextos que les enmascaran, creando un resentimiento en los afectados que agravará las circunstancias en las que se expande la nueva guerra -en el fondo social- mundial, sabiendo todos o debiendo enterarnos, de que no se hace ni se gana una guerra con ángeles, si no con energúmenos uniformados que legitiman en ellas sus peores instintos, mientras más destacados más condecorados, haciéndose modelos colectivos atrayentes, otra tragedia sobre la de la misma guerra.

Los que las lanzan ocultan con sus mentiras y engaños motivacionales, sus negocios en ellas, contrarios a la nobleza minoritaria con la que en ambos frentes nos batimos, matamos y morimos maleándonos los combatientes.

Pero aun cuando no fuera tanto, limitándonos a la despoblación de regiones que producen sobrepoblación y concentraciones críticas en otras; cuando se erizan las fronteras abiertas solo on line al trasiego de capitales y utilidades o al paso por ellas de quienes aportan ganancias netas gratuitas a los Estados receptores y a los empleadores de estas excepciones, con indiferencia del drama del desbordamiento internacional de los emigrantes, desalojados por los despojos, la pobreza y las violencias, y a quienes los países desarrollados no pueden seguir diciéndoles ¡Fuera de aquí!cuando junto a sus ancestros les deben todo lo que han sido y cuanto tienen, es una situación que nos enfrenta a un imperativo extremo.

La guerra es una distracción de este problema que aumenta con ella. El sistema es el problema, no los emigrantes ni otros problemas mundiales. Desde el primer día de la civilización todos somos emigrantes y navegantes del planeta, en el tiempo y en el espacio.

Los conquistadores, “los blancos” fueron emigrantes que con tecnología superior colonizaron otros continentes y con esas tecnologías han mantenido el mando.

Pero el conocimiento no le es exclusivo. Pero han construido una psicología en el tercer mundoque les favorece.

Es el obstáculo a nuestra igualación y reconquista, que liberaría a los “blancos” de abolengo de la traba de su orgullo al gobernarnos, mejor fuera igualarnos en cambio en los emprendimientos, en especial los de la redistribución del desarrollo mundial.

La cuestión hoy es definir y decidir en la nueva conciencia, ¿De quién es y para qué es el mundo, donde todos somos emigrantes?

Enterémosnos de la presencia y coexistencia de dos tiempos en el actual, donde uno distinto y nuevo sopla al viejo formando otro carácter, el que se exhiben nuestros “villanos”.



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