En la cumbre entre los presidentes de China, Xi Jinping, y de EE. UU., Joe Biden, se trataron varios asuntos, y como era de esperarse uno de los más importantes, por lo delicado, por lo que significa para la paz de la región de Asia Oriental y del mundo, el tema Taiwán.
Por lo tanto, en esa reunión de casi cuatro horas se le dedicó parte del tiempo a dejar las posiciones claras de China y EE. UU. con respecto al asunto.
El presidente Xi recordó que el Principio de Una Sola China y los tres Comunicados Conjuntos entre China y EE. UU. constituyen la base política de la relación sino-estadounidense, lo que ha sido respetado por por todos los presidentes de ese país.
A seguidas el presidente Xi dijo que el verdadero estatus quo de la cuestión de Taiwán y la esencia medular de Una Sola China radican en que: en el mundo existe una sola China, Taiwán forma parte de China, y el Gobierno de la República Popular China (RPCh) es el único gobierno legítimo que representa a China.
Otro punto sobre el tema donde el presidente Xi hizo énfasis es que materializar la reunificación completa de China es la aspiración común de todas las hijas e hijos de la nación china, que son todos los chinos, tanto en el continente, como en Taiwán, Hong Kong y Macao.
Para esa realización el presidente Xi dijo que tienen paciencia y se hará el esfuerzo por la perspectiva de la reunificación pacífica, no obstante, si las fuerzas secesionistas en pos de la independencia de Taiwán continúan en sus provocaciones y cruzan la línea roja, China no tendrá otra opción que tomar medidas decididas.
La posición del presidente Xi permite entender que contrario a lo que se dice, para confundir, sobre todo de este lado del mundo, de que China quiere invadir Taiwán, es que prefiere el camino del entendimiento, retomar el Consenso del 1992, y debatir, a uno y otro lado del Estrecho, la manera más sensata y menos traumática para la reunificación. La independencia es inaceptable, no está en los puntos a debatir, porque ni siquiera lo fue para Chiang Kai-shek, quien siempre estuvo claro de que existe una sola China y que debía reunificarse.
Por suerte, para la paz del mundo y el futuro de la humanidad, el presidente Biden reiteró que EE. UU. reconoce el principio de Una Sola China y que no apoya la «independencia de Taiwan».
Si las palabras y posiciones de ambos líderes sobre este asunto son respetadas y mantenidas con hechos, el futuro es claro, reunificación pacífica, paz para la región, paz para el mundo. Adelante.