De 2023 a 2025, el Abierto Británico se realizará en los campos Royal Liverpool, Royal Troon y Royal Pootrush.
Típicamente, el Antiguo Campo de St. Andrews se usa una vez cada lustro.
Y ello da otra perspectiva al hecho de que Tiger Woods juegue ahí en el presente año.
El martes, cuando dijo que “éste es un Abierto histórico”, Woods estaba hablando quizás también de sí mismo, en el aniversario número 150 del campeonato de golf más antiguo del mundo.
“Soy suficientemente afortunado por ser parte de los últimos campeones que han ganado ahí, y quiero jugar otra vez ahí, y no sé cuándo se volverá ni si yo seré todavía capaz de jugar en un nivel alto”, dijo Woods durante el torneo J.P. McManus Pro-Am en Irlanda.
“Quiero ser capaz de darme al menos una oportunidad más en un nivel alto”.
Woods ganó en 2000 por una diferencia de ocho golpes para completar el Grand Slam en su carrera, apenas a los 24 años. Volvió a coronarse en 2005, para conseguir una proeza curiosa.
Cada vez que Jack Nicklaus jugó un major por última vez, Woods ganó. Tiene ahora 46 años y renquea en ocasiones. La pierna y el tobillo derechos le fueron reparados tras la graves lesiones que sufrió en febrero de 2021, por un accidente automovilístico en las afueras de Los Ángeles. Woods volvió para jugar el Masters y el Campeonato de la PGA.
En ambas ocasiones pasó el corte, si bien se retiró luego de la tercera ronda en Southern Hills. Se ausentó del U.S. Open, aunque no necesariamente por voluntad propia. “El plan era jugar el U.S. Open, pero físicamente yo no era capaz de hacerlo”, dijo Woods en el complejo de golf de Adare Manor.
“No había forma en que mi físico hubiera podido hacer eso. Tuve algunos problemas con mi pierna, y ello habría puesto en riesgo este torneo.
No había razón para hacer eso”. Tan sólo el hecho de que Woods siga jugando es notable, considerando la gravedad de sus lesiones, particularmente el riesgo de que le fuera amputada parte de una pierna, algo que los médicos lograron evitar. Woods no tiene idea de cuánto tiempo más podrá jugar o al menos competir.
Difícilmente volverá a hacerlo después del Abierto Británico sino hasta diciembre, ya sea en su certamen Hero World Challenge en Bahamas o en lo que se convertido en su quinto major, el PNC Championship con su hijo Charlie.
“Si ustedes hubieran preguntado el año pasado si volvería a jugar al golf, todos mis cirujanos habrían dicho que no”, dijo Woods. ”Ahora, si ustedes me dicen si es posible jugar a un nivel de campeonato, bueno, esa oportunidad definitivamente no es tan amplia como me gustaría que fuera“.