Puerto Rico.- El músico puertorriqueño Wille Colón obtuvo el visto bueno de su neurocirujano para volver a tocar el trombón, tras su recuperación de un accidente automovilístico en el que casi pierde la vida el pasado 20 de abril.
“Hoy Dr. Angevine, mi neurocirujano, dio luz verde para quitarme el collarín duro y tomar el trombón nuevamente. Me pondré un ortopédico suave cuando me canse. Tengo esperanzas de poder regresar pronto”, expresó el cantante hace unos días en sus redes sociales.
En medio de su proceso de rehabilitación, el trombonista compartió ayer una reflexión de su vida en el que suelta los rencores y hace las paces con situaciones que le causaron daño. También agradeció las lecciones aprendidas.
“Afrontar la vida con la mente y el corazón claro. Si me debes una, no te preocupes sobre eso. Si me hiciste daño, todo está bien, lección aprendida. Si estás enojado conmigo, tú ganaste. Lo dejé ir. Si no estamos hablando, genial, realmente te deseo lo mejor. Si tu sientes que te he hecho daño, no fue intencional. Estoy agradecido por cada experiencia que recibí”, compartió el artista en sus redes sociales, junto a una foto de su rostro.
“La vida es demasiado corta para reprimirse ira, guardar rencor, estrés adicional o dolor. Recuerda, perdonar alguien es para ti, así que no bloquees tu bendiciones. Haz este año uno de positividad y una temporada de actividad de perdón y nuevo comienzo”, añadió el artista en su escrito.
Colón no detalló en su publicación a quién o quiénes va dirigido el perdón, aunque en el pasado tuvo diferencias con personas de la industria musical.
En una entrevista en “Hoy día” de Telemundo el cantante salsero narró detalles del accidente de auto y cómo su esposa y él sobrevivieron.
Colón contó que él y su esposa cayeron al vacío y se golpearon la cabeza contra el parabrisas. “El malo del Bronx” aseguró que él necesita ayuda para caminar y que su esposa ya está casi totalmente recuperada.
“De repente rociamos contra el lado derecho del puente y la señora que iba detrás de nosotros nos contó que, cuando nos rociamos, el carro que íbamos remolcando brincó. Cuando brincó y cayó, arrastró la parte trasera del [auto] y nos puso en una dirección hasta la división del cemento entre los cuatro carriles”, recordó.