Madrid.- El exfutbolista brasileño Ronaldino y el actor y cantante estadounidense Will Smith, este junto a su compatriota Nicky Jam y la albanokosovar Era Istrefi, iluminaron la ceremonia de clausura del Mundial de Rusia 2018, celebrada en los prolegómenos de la gran final, que disputarán Francia y Croacia en el estadio Luzhniki de Moscú.
Con una duración de un cuarto de hora, la Ceremonia, en la que participaron cerca de 800 personas, tuvo mucho ritmo y la música fue el hilo conductor del acto.
El espectáculo comenzó con una bonita combinación al ritmo de la canción ‘Moscú nunca duerme’, se recordaron momentos destacados del torneo, a las once ciudades que han albergado los partidos de esta Copa del Mundo y a las 32 selecciones participantes.
El cantante de ‘reggaetón’ Nicky Jam primero interpretó ‘X’ y a continuación, junto a Will Smith e Istrefi, la canción oficial del Mundial, ‘Live It Up’, producida por el afamado DJ Diplo. Entre las canciones oficiales de los últimos Mundiales figuran figuran “Un’estate italiana”, de Edoardo Bennato y Gianna Nannini, en 1990; “Gloryland”, de Daryl Hall con Sounds of Blackness, en 1994; y “La Copa de la Vida” de Ricky Martin en 1998.
En 2002, la canción oficial fue “Boom” de Anastacia, mientras que el himno oficial vocal de Vangelis incluía elementos sonoros típicos coreanos y japoneses. En 2006, “The Time of Our Lives” del cuarteto Il Divo fue un éxito rotundo.
La canción “Waka Waka Waka (This Time for Africa)” de Shakira fue la canción oficial de Sudáfrica 2010 y “We Are One (Ole Ola)” fue la de Brasil 2014. Con la grada del Luzhniki volcada, Garifullina dio un giro de tuerca más con el inevitable ‘Kalinka’ y la sorprendente aparición estelar de Ronaldinho, que ejerció de percursionista y tocó el atabaque en pleno furor de la grada y de ambas aficiones.
Se puso fin a los prolegómenos, ya fuera de la mera ceremonia de clausura, con la entrada de la Copa del Mundo de manos de la modelo Natalia Vodianova y de Philipp Lahm, capitán de la selección alemana campeona del mundo el Brasil 2014.
En la ceremonia de inauguración de Rusia 2018 el encargado de dar entrada al ansiado trofeo fue Iker Casillas, capitán de la selección española cuando se proclamó campeona mundial en Sudáfrica 2010.