Santo Domingo.-En muchas partes del mundo, tomar whisky escocés es sinónimo de gustos refinados o por lo menos de billeteras amplias, ya que tomarlo representa estatus para sus consumidores.
No en vano en Europa, escíficamente en Escocia, cada año esta industria mueve millones de libras esterlinas, consolidando la economía británica y generando empleos a más de 40 mil personas que trabajan en la producción de esta bebida icónica que guarda historia y anécdotas interesantes.
Para Iain Allan, embajador de la marca Glen Moray, que tiene 120 años de historia, la esencia de un buen whisky está en el producto final, como huele y como sabe, pero antes de llegar a este producto, hay mucha experticia e historia detrás del proceso de fabricación y el proceso de maduración que puede durar un mínimo de tres hasta 50 años.
Su regulación
Allan explicó que el proceso de fabricación del whisky está muy regulado en Escocia y los procesos de fabricación cuando se va de una destilería a otra las variaciones van a ser mínimas, porque no tienen mucha flexibilidad para hacer cosas diferentes, por el mismo tema de la protección y la regulación.
Dijo que hay varias etapas para la fabricación de whisky y que el secreto para hacer calidad entre uno y otro es que hay dos procesos vitales, uno es el de la destilación y el otro es la maduración, que se hace en barricas de roble americano o europeo que han sido utilizadas para añejar jerez, vino o coñac.
La base de la calidad de un buen whisky está en tener una buena destilación, sacar un buen alcohol neutro de la destilación y tener buenas barricas para añejamiento.
El experto explica que hay muchas diferencias entre el whisky escocés y el americano, la más notable es que, por ejemplo, en el caso del bourbon hay muchos ingredientes que se utilizan para su fabricación, incluso diferentes tipos de cereales y en el caso del whisky Single Malt solamente se utiliza la cebada malteada, levadura y agua.
Expansión de mercado
El propósito de la visita de Iain al país fue incrementar el perfil de las marcas Glen Moray y Lavel Five, que distribuye la empresa Unite Brands en República Dominicana.
Agregó que es una marca nueva para este público y la idea es contar la historia de esas marcas para que la conozcan.
Allan realizó entrenamientos a los equipos comerciales de las compañías distribuidoras y a los clientes y sus empleados, como catas, grupos de bartenders, entrenamientos y cenas con empleados de diferentes hoteles.
El experto en whisky tiene 12 años trabajando para la marca.