Necesitando ganar un juego más para redondear su ilustre carrera, Adam Wainwright lanzó siete entradas en blanco y permitió solamente cuatro imparables la noche del lunes en Busch Stadium. Los Cardenales hicieron el resto en la victoria de 1-0 sobre los Cerveceros para que el veterano alcanzara finalmente los 200 triunfos en su carrera.
“Al menos por una noche fui un pitcher de verdad en el montículo, el lanzador que quiero ser”, dijo Wainwright, quien se retirará tras la temporada. “Siete innings, blanqueada, unos cuantos hits, sorteando un par de turnos difíciles, haciendo ajuste, superándolo todo”.
Wainwright se convirtió en el quinto lanzador en activo en ingresar al club de las 200 victorias en Grandes Ligas, uniéndose a Justin Verlander (255), Zack Greinke (224), Max Scherzer (214) y Clayton Kershaw (209).
Wainwright dijo que la sensación se compara a lo que vivió al tocarle cerrar la Serie Mundial de 2006 como un relevista novato.
“Esta noche, para mí, queda empatada como primera”, remarcó.
“Waino” también se convirtió en apenas el tercer serpentinero en la rica historia de los Cardenales con por lo menos 200 juegos ganados, uniéndose a los miembros del Salón de la Fama Bob Gibson (251) y Jesse Haines (210).
Fue la salida más larga esta temporada para el derecho de 42 años. Wainwright (5-11) ponchó a tres y regaló tres boletos. Ganó aperturas consecutivas –ambas ante rivales que lideran sus divisiones– tras tener foja de 0-19 y efectividad de 10.72 en sus últimos 11 duelos entre el 24 de junio y el siete de septiembre.
El derecho se convirtió en el 38mo lanzador en la historia de la Liga Nacional con 200 victorias y el 24mo en lograrlo desde el 2000.