Mi amigo el insigne filósofo y científico escocés de origen español, don Iñigo Montoya, PhD., me avisa que, tras una reciente revisión de la conversación política dominicana a través de las redes sociales, ha iniciado con gran entusiasmo un nuevo ensayo que titulará “Añépidos, Cacoerrolas y otros Homínidos Menores”.
Le ha llamado la atención la enorme cantidad de descalificaciones “ad-hóminem” por parte de troles que casi nunca refutan ni articulan ideas contrarias a las que los irritan. Resalta también que según cualquiera se expresa en Twitter, Instagram, WhatsApp, Facebook u otras plataformas, es un ideal cedazo para determinar el carácter, educación, civismo y valía de cada persona.
Desde anónimos que quizás padecen estreñimientos emocionales y vierten sus frustraciones convertidos en “haters” hasta inocentes y sinceros ciudadanos que nunca leen diarios ni libros, la Internet está tan llena de toda la variedad humana como las gradas de un estadio.
E igual que allí, hay comportamientos de manada, gente que cree es invisible o dicen cosas que a sus madres avergonzarían… ¡Será best-seller!