Si el voto electrónico hubiese funcionado plenamente los resultados finales se hubiesen conocido en la madrugada del 15 al 16.
Cierto que hubo fallos en el manejo de los equipos, en gran medida por lo tarde que la JCE montó dichos dispositivos, pero eso no invalida que el camino a seguir en futuras elecciones es el uso de tecnología para el conteo de los votos, incluso para votar.
No basta con el voto electrónico, es necesario cambiar la cultura política dominicana donde la mayor parte de los candidatos en diversas ocasiones consideran que si no ganan una posición es porque hubo fraude.
Es menester escoger árbitros más confiables en la JCE -los tuvimos en el pasado- y avanzar hacia una votación más ágil.
Si tuviéramos una cédula inteligente, no la actual, podríamos incluso usar los cajeros de bancos para votar, y mesas con sistemas electrónicos para votar digitalmente.
El pueblo dominicano es muy inteligente y tiene una gran cultura en el uso de celulares avanzados, por lo que incluso los celulares podrían servir para votar. Tenemos 4 años para prepararnos para ello.
Lo que no es posible es seguir con la contadera manual, las dilaciones que ello provoca y los conflictos que se generan por resultados tardíos.
Es risible que algunos candidatos demanden contar “voto a voto”, es una mentalidad paleolítica al inicio del siglo XXI.
Tenemos 4 años por delante y deberíamos tener un sistema totalmente automatizado para 2019, confiable y fácil de usar. La democracia demanda inteligencia y agilidad.