Los brotes de norovirus son muy comunes en hospitales, residencias, cárceles, escuelas y cruceros y pueden ser muy difíciles de controlar dada la facilidad del contagio.
Hasta las personas en mejores condiciones de salud sucumben a los norovirus, un grupo de virus extremadamente contagiosos que causan cuando menos engorrosas gastroenteritis y, en los casos más graves, una deshidratación que requiere de hospitalización.
El episodio reciente más sonado es el de un grupo de atletas que participaban en el mundial de atletismo en Londres y se hospedaban en el mismo hotel de la capital británica.
Un brote de norovirus hizo que varios cayeran enfermos y tuvieran que retirarse de la competición.
Pero, ¿qué hace que los norovirus sean tan contagiosos y resistentes?
Sobrevive a 60 grados
El norovirus puede contagiarse entre personas por contacto directo, al ingerir comida o bebida contaminadas o al tocar superficies u objetos donde se depositaron partículas del virus.
Según Derek Gatherer, virólogo de la Universidad de Lancaster, en Inglaterra, el norovirus, además de ser «extremadamente infeccioso» y «muy desagradable» se expande «muy fácilmente en ambientes compartidos».
Puede sobrevivir en el ambiente durante muchos días y los brotes suelen afectar a más del 50% de las personas susceptibles de contagio.
Los brotes, de hecho, son muy comunes en hospitales, residencias, cárceles, escuelas y cruceros, y pueden ser muy difíciles de controlar dada la facilidad del contagio.
Según el virólogo, se ha estimado que solo se necesitan 18 partículas del virus para dar pie a una infección. «Hace falta una cantidad muy pequeña de materia fecal en la zona de un baño por ejemplo, para contagiarse, incluso cuando la persona infectada hace mucho tiempo que se fue».
Por eso es tan difícil de controlar, incluso tras la limpieza.
«Se sabe que el norovirus ha sobrevivido a temperaturas de hasta 60 gradoscentígrados así que lavarte las manos con agua fría no es realmente una medida de higiene adecuada para prevenir el contagio», dijo Gatherer.
«Debes lavarte las manos con jabón o con detergente a una temperatura de 60 grados, que es una temperatura muy desagradable, y todas las zonas comunes, como las cocinas y los baños, tienen que ser limpiadas a una temperatura similar para retirar todas las partículas depositadas en las superficies».
Síntomas «explosivos»
El especialista le dijo a la BBC que en Reino Unido, donde los norovirus son frecuentes en el invierno, se estima que cada persona lo contrae unas cinco veces a lo largo de la vida.
Además de vómitos y diarrea, a veces extremos y descritos como «explosivos» por los pacientes, muchas personas reportan fiebre, dolores de cabeza y dolor en las extremidades.
Todo ello acompañado de una gran «falta de energía» y de un gran malestar.
Según Gatherer, estos síntomas a veces solo duran 12 horas y a veces persisten hasta cinco días, dependiendo de las personas.
No hay tratamiento alguno para el norovirus, salvo dejar que el cuerpo se deshaga por sí solo de la enfermedad.
Los enfermos deberían beber mucho líquido para evitar la deshidratación y cuidar mucho la higiene, lavándose las manos con jabón con frecuencia para prevenir el contagio a otras personas.
Además, los enfermos pueden seguir contagiando el norovirus durante cierto tiempo después del malestar, por eso el servicio de salud pública de Reino Unido, el NHS , recomienda no ir al trabajo o al colegio hasta pasadas 48 horas tras la desaparición de los síntomas.
Si bien muy desagradable, el norovirus no se considera, en general, peligroso.
La mayoría de las personas se recuperan en pocos días, pero en casos extremos, entre las personas mayores y débiles de salud o individuos con otras complicaciones médicas subyacentes, el norovirus puede llegar a ser letal.
Las personas mayores y los bebés y niños menores de un año también son más vulnerables a una deshidratación grave por causa de los vómitos y la diarrea.