Volver a los colores

Volver a los colores

Volver a los colores

Rafael Molina Morillo, director de El Día

Para contrarrestar los tapones y el exceso de vehículos en las calles de la capital (una plaga que amenaza con hacer imposible la vida en la ciudad más antigua de América), se estableció en el pasado reciente una norma para que cada día circulara sólo la mitad de los carros públicos.

Esto se hizo posible pintando de un color el techo del 50% de los automóviles públicos autorizados a salir a las calles los lunes, miércoles y viernes, y el otro 50 % de otro color, para circular los martes, jueves y sábados.

Los días domingo funcionaban todos.
La medida surtió efecto.

En un dos por tres la capital respiró un poco mientras los carros de colores le impartieron un aire de ciudad organizada. Nunca supe porqué razón la inteligente decisión fue suspendida poco tiempo después.

¿Sería por presión de los pobres padres de familia que todo lo controlan aquí?

Abogo porque volvamos a los techos bicolores de los “conchos”, como paliativo del desorden que no nos deja vivir. Estoy seguro de que saldremos ganando.

 

 



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