Voluntad

El urgente aprovechamiento de nuestra riqueza mineral requiere de inequívoca voluntad política y consenso social.

Ha sido muy fácil que dos o tres gatos provoquen sofoques a las autoridades para dificultar la minería responsable. La búsqueda de “lo mío” por políticos, chantajistas y falsos defensores del medio ambiente, retrasa o impide el avance de proyectos viables.

Si faltan timbales para autorizar permisos para estudios de impacto ambiental, hay que buscarlos prestados.

En el valle de San Juan, espléndidos yacimientos de oro permanecen intactos porque los habituales sospechosos convencieron a curas y otra gente sin conocimiento, de oponerse a determinar científicamente su viabilidad.

¿Cómo diantres se oponen a que se cumpla el proceso legal que podría favorecerlos si realmente hay peligro? En Cotuí, aparte de pocos afectados por la Barrick que protestan de buena fe, la comunidad padece un incesante acoso por agitadores cuyo modus vivendi es armar líos para ponerle precio a su solución.

Ante la oportunidad de aprovechar tierras raras por Pedernales, ya hay buitres agoreros al acecho. Por todo esto y más, me alegra que el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, asegure que en tres meses el Gobierno someterá al Congreso una nueva ley minera para reemplazar la vigente que es de 1971.

Ninguna legislación por sí misma resuelve nada sin voluntad política para aplicar macana legal. Ojalá esta sea para la minería igual al marco legal del turismo, de cuyo éxito todos se benefician.