El filósofo griego Epicuro sostuvo que “no es lo que tenemos, sino lo que disfrutamos, lo que constituye nuestra abundancia”.
Vivamos en abundancia en función del disfrute espiritual, procurando solamente lo que necesitamos en alimento, vestido, educación y techo.
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la fuerza de la voluntad para vivir una vida de abundancia más allá de la escasez material.
